El jugador español está cerrando una espectacular temporada con los Grizzlies, equipo en el que es uno de los pilares
Santi Aldama, durante un partido de Memphis Grizzlies - CORDON PRESSAlvaro Arenillas3 min lectura
El despido por sorpresa de Taylor Jenkins ha hecho tambalearse el proyecto de los Memphis Grizzlies. Ocupando una de las primeras plazas de la Conferencia Oeste, y con Ja Morant a gran nivel, parecía que todo iba en la dirección correcta, pero desde la organización de Tennessee han decidido dar un giro de 180 grados. ¿Cómo afecta esto a Santi Aldama? Lo explicamos.
El ala-pívot español está firmando su mejor campaña desde que llegase a la NBA. Con un promedio de 12,8 puntos, 6,6 rebotes y 2,9 asistencias está en sus mejores números en todos esos apartados estadísticos en lo que lleva de carrera. Siendo así no sorprende que se ganase la plena confianza de Jenkins, pero claro, este ya no está.
Por suerte para el jugador español de 24 años su labor ha calado hondo en la franquicia; tanto es así que según informa ESPN ya han cerrado un acuerdo verbal para continuar juntos a partir del curso 2025-26, el cual encarará el jugador nacido en Las Palmas de Gran Canaria tras pasar por el mercado como agente libre restringido.
Pese a esa realidad de poder escuchar otras ofertas, el equipo se ha comprometido desde ya a que eso no sea un obstáculo, asegurando al jugador interior que extenderá su contrato este verano, pero... ¿se trata de algo seguro? No.
Una vez pueda escuchar qué le ofrecen otros equipos, algo que ocurrirá el 1 de julio, puede darse el caso de que alguna franquicia le ponga sobre la mesa una oferta que los Grizzlies consideren que sobrepasa lo que merece su actual jugador. Cabe recordar que Memphis podrá retenerle siempre que iguale la oferta que Santi Aldama opte por aceptar. Más claro: la última palabra sobre el futuro del español la tiene su actual equipo.
Si bien el de Aldama es un movimiento importante para el equipo, aún más lo es poder retener a Jaren Jackson Jr., a quien también quieren extender con vistas a mantener vivo un proyecto, el actual, que hasta la fecha les ha dado muchas más alegrías que decepciones.