El Valencia Basket sigue demostrando su competitividad semana tras semana, pero como casi siempre sigue sin darle resultados, hoy ha sido en la pista del Mónaco, ante uno de los mejores equipos de toda la competición en la que los taronja han estado a punto de salir victoriosos, e incluso se han puesto por delante en el tramo final, pero no han podido con un Mike James excelso, que se ha cargado a la espalda a los del Principado en los últimos minutos para mandar a los de Álex Mumbrú fuera del 'play-in' y acercar el factor cancha para los suyos.
Salió blando el Valencia y lo pagó, tanto que el Mónaco no necesitó de inicio a Mike James para anotar con facilidad y, viéndose débil en defensa, el conjunto valenciano se bloqueó en ataque, abusando del bote y jugando muy lento, tanto que sufriendo un parcial de 14-4. Una sangría que frenó la entrada de Stefan Jovic, que mejoró la anotación pero el panorama en defensa no cambió. Con tres triples seguidos y Jaron Blossomgame desatado, el Mónaco abrió brecha para irse diez arriba al final del primer cuarto pero cuando el Valencia parecía que se iba a caer, se conectó atrás y eso sumado al acierto del impetuoso Justin Anderson, permitieron al Valencia seguir de cerca a los locales que mantuvieron su constancia defensiva, hasta el punto de irse al descanso a 4 puntos.
Le costó de nuevo al Valencia entrar en el partido pero esta vez fue el Mónaco el que falló y le permitió acercarse. Dos grandes acciones de Chris Jones y un triple de Semi Ojeleye, despertaron a los de Mumbrú y le mantuvieron cerca, sobre todo gracias a la defensa de Anderson sobre James. y a la vuelta de Jovic , quien volvió a mejorar la circulación al Valencia pero el Mónaco, con la entrada de un hiperactivo Petr Cornelie, subió el listón defensivo, provocó pérdidas en los visitantes y mantuvo los tres de margen al final del tercero.
Esos errores y ver que no podía descolgar al Valencia empezó a pasar factura en la confianza de los locales y con un eficaz Ojeleye, los visitantes se pusieron por delante por primera vez en todo el partido a falta de siete minutos para el final, pero el alero y Jovic se fueron a descansar para los últimos minutos y se quedaron sin argumentos para defender esa situación. Lo que aprovechó James para asumir el mando y acelerar hasta un parcial de 10-1 en poco más de un minuto y medio, cambiando el partido y obligando a Mumbrú a pararlo y a devolver a la pista a Ojeleye y a Jovic, generando un efecto casi inmediato que volvió a cambiar el partido, pero era demasiado tarde y pese a que se pusieron a un punto, no fue suficiente.