El Real Madrid sólo sabe de gestas

El equipo blanco, que sólo había ganado a domicilio al Barça en el Palau, doblega al líder y se carga de moral en la Euroliga en su semana más complicada; Barça y Baskonia completan una gran jornada española en Europa

El Real Madrid sólo sabe de gestas
Tavares llevó al Madrid al triunfo - @RMBaloncesto
Antonio José MedinaAntonio José Medina 5 min lectura

El Real Madrid dio la gran sorpresa (85-96) de la Euroliga cuando peor estaba. En casa del líder, el sorprendente París Basketball, aprovechó la baja en el último momento de su base y estrella, T.J. Shorts, y pasó por encima de un equipo al que no le importan las bajas o como vaya el partido porque siempre juega a lo mismo, a correr y a tirar sin complejos.

Amparados en un Tavares que dominó con más autoridad de la que acostumbra en ambas zonas, los blancos se hicieron los dueños del rebote y eso para un París que juega a tirar y, si falla, a volver a tirar, cortaba gran parte de sus opciones. Pese a ello no se amilanaron y llegaron vivos hasta casi el final, pero cuando esos tiros 'imposibles' no iban dentro los blancos se escapaban. Y, al final, eso fue lo que decantó el encuentro.

Campazzo y Hezonja aparecieron cuando más falta hacía, y cuando el Madrid más sufría, Llull, con dos triples, y Musa, con ocho puntos consecutivos en el tercer cuarto, hicieron el resto.

El partido comenzó con un sorprendente quinteto inicial blanco, sin Campazzo ni Hezonja, que dio alas a los parisinos. Con un Lo que lo metía todo adquirieron las primeras ventajas, pero con la entrada del argentino y del croata todo cambio. Los blancos, que habían fallado los cinco primeros triples que habían intentado, metieron los tres siguientes y empezaron a tomar ventajas.

Nunca ya las soltarían, salvo en contadas ocasiones en las que el equipo parisino se colocó uno arriba. Cuando eso ocurría, los de Chus Mateo metían el acelerador y se volvían a colocar a una distancia de seguridad. Así se llegó al final, cuando las precipitaciones locales y el exceso de faltas permitieron a los blancos un epílogo plácido.

Ficha técnica del París Basketball 85-96 Real Madrid

París Basketball (17+31+19+18): Lo (30), Ward (7), Malcolm (11), Jantunen, Hayes (8), -cinco inicial-, Hifi (21), Herrera, Cavaliere (3), Sy (5) y Kratzer.

Real Madrid (26+26+18+26): Feliz (6), Deck (11), Musa (12), Ndiaye (2), Tavares (10), -cinco inicial-, Llull (9), Garuba, Campazzo (19), Ibaka, Hezonja (17), Hugo González y Abalde (10).

Árbitros: Sasa Pukl (Eslovenia), Milivoje Jovcic (Serbia) y Anne Panther (Alemania). Eliminaron por cinco faltas a Garuba (32') y Kratzer (36').

Barça 90-63 Fenerbahçe: Punter se va de fiesta

La alegría de los equipos españoles fue completa. Y eso que se aventuraba una jornada infernal y que todos ellos llegaban en crisis. El Barça le dio un repaso al Fenerbahçe (90-63) en el regreso de Jasikevicius al Palau y el Baskonia, con un gran Howard, doblegó a domicilio (85-95) al Maccabi de Tel Aviv.

Con un Kevin Punter espectacular (25 puntos), que se vio acompañado por sus compatriotas Justin Anderson (18) y Jabari Parker (15), el Barça resurgió y dejó atrás las dudas de las últimas semanas.

El Fenerbahçe, que hace tan sólo doce días había vapuleado al Madrid en el WiZink, apenas apareció en los dos primeros cuartos. A partir de ahí fue un títere a manos de su rival. Sólo Colson (15 puntos) estuvo a lo altura de lo que el partido requería.

Macccabi Tel Aviv 85-95 Baskonia: Aparece Markus Howard

El mejor Markus Howard de la temporada, autor de 28 puntos, permitió al Baskonia alargar su buen momento y sumar un triunfo importantísimo de cara a la pelea por entrar, como poco, en el 'play-in' de la Euroliga.

Los pupilos de Pablo Laso cuajaron un partido casi perfecto en ataque, con altos porcentajes y una capacidad anotadora que desarboló a los israelíes en los dos primeros cuartos. No sólo fue Howard, sino que hasta cinco jugadores acabaron por encima de los diez puntos: Sedekerskis (12), Moneke (17), Hall (10) y Rogkavopoulos (11). Un juego coral que, cuando funciona, hace al equipo vasco un conjunto difícil de parar.