"Estamos jugando bien y espero que podamos mantener este nivel hasta el final sin perder nada de la identidad que estamos ganando este año (...) A todos nos gusta jugar partidos buenos y de trascendencia, pero es obvio que venimos jugándolos desde hace tiempo y también que por ser quien somos no se nos perdona demasiado algún borrón. Tratamos de sobrellevarlo bien como equipo juntos y haciéndonos fuertes dentro del vestuario, porque fuera hay mucha gente a la que no le gusta tanto que nos vayan bien las cosas". El entrenador del Real Madrid, Chus Mateo, hacía referencia a la dura presión que tienen que soportar como equipo ante lo que les viene este martes en la Euroliga, donde se la juegan a una carta ante el París Basketball.
El equipo blanco lleva jugando finales desde hace tiempo y, en las últimas semanas, ganándolas todas. En la Liga ACB le ha valido para casi acariciar el liderato en la temporada regular, pero en la Euroliga no le ha servido para acabar entre los seis primeros clasificados y, por eso, debe jugar este 'play-in' ante los galos.
Mucha culpa de ello la tiene un Walter Tavares que ha sido elegido como mejor jugador de esta competición de los meses de marzo y abril, pero esta mejoría también tiene otro nombre propio: Dzanan Musa.
El alero bosnio, intermitente y errático en algunos momentos de la temporada y en citas importantes como la final de Copa del Rey, ha recuperado su mejor versión y se ha convertido en letal.
Si eso pudo alimentar alguna duda en el club blanco por su renovación, ahora es el balcánico el que tiene la sartén por el mango. Y, el Madrid, un adversario muy duro que ya les arrebató algún fichaje tras la marcha de Yabusele.
El club que lo pretende es, según publica el Sportske, el Dubái Basketball Club, quien se habría mostrado interesado por su fichaje y que, en su momento, ya le arrebató a Bertans a los clubes más poderosos de Europa. El objetivo del club emiratí es participar en la Euroliga a partir de la próxima temporada y la llegada de la NBA a Europa podría acelerar su llegada.
Allí ya juega otro exmadridista, como es el esloveno Klemen Prepelic, que está brillando junto a Bertans en la Liga Adriática (ABA), en la que los árabes están inscritos.
La esperanza del Real Madrid es su nombre y su legado. Ya el pasado año se daba por perdidos a Walter Tavares y a Mario Hezonja, como ofertas superiores de la NBA el primero, y del Panathinaikos y el Barça el segundo, y el club blanco logró atarlos por muchos años. El siguiente espera que sea un Musa con el que formar la columna vertebral de un equipo competitivo.
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