Antonio José Medina4 min lecturaEl Real Madrid completó su semana más plácida en la Euroliga con un gran triunfo ante el Mónaco. Cuando peor estaba, cuando enfrente iban a estar los dos primeros clasificados, ahí apareció el mejor equipo blanco para sumar dos triunfos que le hacen mirar con más optimismo la segunda parte de la competición.
Los 22 puntos de ventaja con los que acabó el partido (94-72) se antojan, incluso, cortos, pues el equipo de Chus Mateo llegó a tener 32 de diferencia antes de que James, con la defensa local más relajada, se dedicó a maquillar el marcador en el último cuarto.
El conjunto madridista cuajó un gran partido en ataque en el primer cuarto y un mejor partido defensivo durante todo el encuentro, que le permitió ganar de forma plácida. Ni James, ni Motiejunas o Loyd, los mejores en ataque de los monegascos, pudieron hacer temblar a los blancos.
De hecho, casi ocurría lo contrario, que durante muchos minutos, las estrellas del Mónaco, letales en el uno contra uno, no sabían cómo penetrar en la defensa blanca y, con tiros difíciles, veían cómo pasaba el tiempo y las distancias eran cada vez mayores.
Tras un primer cuarto en el que el Real Madrid estuvo muy bien en ataque, pero James y Motiejunas mantuvieron a su equipo en el partido, el inicio del segundo cuarto dejó claro de lo que iba a ir esto. Enchufados por la intensidad de un Usman Garuba que cuajó el mejor partido desde su regreso, la defensa blanca puso el muro ante su canasta. Cinco minutos tardaron los franceses en anotar su primer punto y, aunque luego tuvieron un minuto de inspiración, fue un espejismo.
Cuando llegó esa primera canasta, el equipo de Spanoulis ya perdía de 18, diferencia con la que se fueron al descanso tras un estirón blanco con canastas de Ibaka, Feliz, Musa, Deck...
Aquí todos participaban y eso les permitía jugar con más energía que el rival. El Mónaco apretó tras el descanso, pero sólo le valió para alargar la agonía. Estuvo en el partido, manteniendo esos 20 puntos de desventaja, pero en cuanto bajó su nivel, el Madrid lo barrió. Con un Campazzo espectacular, el partido estaba finiquitado a diez minutos del final (77-47).
No tuvo que volver el argentino a pista. Tampoco Tavares. No hacía falta. El Mónaco, con Mike James en versión superhéroe y todos más relajados, se llegó a acercar a los 20 puntos y dejó un marcador final menos escandaloso.
Real Madrid (29+24+24+17): Feliz (5), Deck (12), Musa (22), Ndiaye (4), Tavares (2), -cinco inicial-, Llull (-), Garuba (9), Campazzo (12), Ibaka (5), Hezonja (13), Hugo González (2) y Abalde (8).
Mónaco (22+13+12+25): James (19), Loyd (13), Brown (4), Tarpey (2), Motiejunas (12), -cinco inicial-, Blossomgame (2), Jaiteh (4), Begarin (-), Strazel (10), Papagiannis (-), Korkmaz (2), Cornelie (4).
Árbitros: Tomislav Hordov (Croacia), Rain Peerandi (Estonia) y Michele Rossi (Italia). Sin eliminados.