Esto es lo que se llama 'hacer los deberes'. El Real Madrid logró una victoria clave a domicilio en la Euroliga, en la cancha del Virtus Bolonia, por 67-80, en un partido en el que fue perdiendo fuelle, pero que supo controlar más allá de lograr únicamente cinco triples... Sí, sigue con problemas en el tiro exterior, pero sobrevivió para meterse de lleno en la pelea por ser equipo de playoffs.
La realidad es que lo que se jugaba el Real Madrid era más que una victoria, ya que tras 29 jornadas sigue fuera del 'play in' (puestos 7 al 10), cuando restan cinco encuentros para el final de la fase regular; un triunfo que además significa el quinto del equipo blanco en 15 partidos a domicilio, aunque contra un rival, el Virtus, que es penúltimo y es el 2º peor local de Europa con solo 4 victorias ante su público.
Los malos números de los italianos tienen su explicación en la defensa tan endeble que demostraron tener en todo momento, lo cual ayudó a que las canastas blancas llegasen con asiduidad hasta alcanzar los 19 puntos de ventaja.
La ventaja cosechada tan temprano solo se vio reducida cuando salía de la cancha Garuba, intenso y acertado, acompañado por un Ibaka sólido y solidario en los esfuerzos. Un 50-33 a favor de los blancos gracias a una correcta defensa y a un inspirado Musa, con 11 puntos, un rebote y dos asistencias ante un equipo local lento y descuidado en los rebotes y en las manos de Tucker como única luz al final del túnel.
El Virtus mejoró tras el paso por vestuarios para superar con creces sus prestaciones del primer y segundo cuartos con 21 puntos y ponerse a solo 13. A tal reacción también ayudó un Real Madrid que estuvo más estático en defensa, con un Bruno Fernando excesivamente ansioso a la hora de anotar aunque despierto en los rebotes.
El cuarto decisivo lo encaró el Madrid sabiendo que no podía relajarse y a punto estuvo de llevarse un susto. El gran arranque de Musa se había ido diluyendo con el avance de los minutos, al igual que el de Garuba e Ibaka, y lo acabó notando en exceso el equipo blanco en ataque. Ningún triple anotado de los visitantes con seis intentos en los últimos 10 minutos, errores que desvirtuaron una ventaja máxima de hasta 22 puntos que llegó a tener el equipo español. Una 'final' salvada y le quedan otras cinco al Real Madrid en la Euroliga.
67 - Virtus Bolonia (17+16+21+13): Cordinier (8), Shengelia (8), Mouhamet (6), Hackett (-), Tucker (10) -cinco inicial-, Akele (4), Grazulis (7), Holiday (7), Morgan (11), Polonara (2), Visconti (-) y Zizic (4).
80 - Real Madrid (30+20+18+12): Campazzo (7), Abalde (3), Musa (13), Garuba (10), Tavares (13), -cinco inicial-, Llull (2), Hezonja (10), Bruno Fernando (9), Hugo González (-), Ibaka (7), Feliz (6).
Árbitros: Mehdi Difallah (Francia), Tomislav Hordor (Croacia) y Arturas Sukys (Lituania).
Incidencias: partido de la jornada 29 de la Euroliga disputado en el Virtus Segafredo Arena de Bolonia.