Alvaro Arenillas3 min lecturaNueva alegría para el deporte español. La selección española femenina de baloncesto estará en los Juegos Olímpicos de París de 2024 gracias –en parte– al triunfo logrado por Japón ante Canadá (82-86) este domingo en el torneo preolímpico de Sopron le asegura al conjunto español una de las tres plazas en juego para la cita de este verano.
El equipo que dirige Miguel Méndez debe medirse esta tarde a Hungría (17.30 horas) pero lo hará con la seguridad de que ocuparía la segunda plaza si gana al empatar a triunfos con Japón y la tercera si pierde porque tendría los mismos que Canadá pero no caerá a la cuarta, que es la única que no da billete para París, al haber derrotado a esta selección. España perdió en la primera jornada ante Japón, que cayó después ante Hungría, y venció en la segunda a Canadá, que a su vez había derrotado a la selección local. Sí, esta es la carambola que hace que el combinado español tenga ya billete para la mítica cita deportiva de verano.
Para España será su sexta presencia en unos Juegos Olímpicos, una cita en la que se estrenó en la edición de Barcelona 1992 y en la que obtuvo su mayor éxito en Río de Janeiro en 2016, cuando se colgó la medalla de plata. En Tokio 2021 acabó en la sexta plaza. Como decíamos, antes de tal evento las chicas de Miguel Méndez tienen que jugar contra la selección húngara, pero por suerte lo hará sin miedo alguno, ya que gane o pierda nunca acabará en la cuarta plaza del grupo.
En lo que concierne al encuentro de las niponas, estas llevaron la iniciativa en un igualado encuentro pero Canadá empató a 79 a falta de cinco minutos para el final y puso en duda tanto su triunfo como el billete español para los Juegos. En ese momento de tensión, una canasta de Saori Miyazaki y dos acciones más de Maki Takada devolvieron la iniciativa y la confianza a la selección asiática para encarrilar la victoria.
Con este triunfo, además de facilitar la clasificación de España para los Juegos, Japón se aseguró también repetir en la cita olímpica después de ser la gran sorpresa en los Juegos de Tokio. En la cita de hace tres años la selección nipona sorprendió a Bélgica en cuartos de final y a Francia en semifinales para acceder a una final en la que plantó cara a Estados Unidos (90-75) y acabó por colgarse la plata.