El Real Betis Baloncesto anuncia que el Palacio de los Deportes San Pablo estará lleno este sábado (se esperan, por tanto, más de 7.600 personas), cuando se disputa la penúltima jornada de la Liga ACB. Será un derbi andaluz contra el Fundación CB Granada, un rival directo por la permanencia al que sólo le vale ganar, ya que, si pierde en tierras hispalenses, habrá firmado ya su descenso a la Liga LEB Oro. Si se impone, buscaría el segundo objetivo, hacerlo por más de diez puntos para llevarse el 'basket-average' contra los verdiblancos, matemáticamente salvados si vencen, pero con una bala extra en la despedida del curso (eso sí, frente al Real Madrid). Los nazaríes pusieron fin la última jornada a una racha de siete derrotas consecutivas, pero llevan catorce salidas sin ganar (más de siete meses), mientras que su anfitrión viene de remontar en Girona con un parcial final espectacular: 0-24.
El choque llega cargado de polémica por la negativa bética a ceder a los granadinos más de las 300 entradas acordadas entre los tres andaluces de la máxima categoría (ellos dos y Unicaja), a un precio reducido de 9 euros, pese a que la demanda allí es bastante mayor. Los que han intentado comprarlas en la taquilla online denunciaban durante la semana el veto como juego sucio, aunque en San Pablo argumentan que se ha decidido lanzar una promoción para todo el pabellón de tres euros para todos los socios heliopolitanos (de cualquier sección: fútbol masculino, fútbol femenino y fútbol sala), por lo que incluso 'in situ' el día del partido no se despacharían tickets a quienes no certificasen su pertenencia a su disciplina, si bien tampoco habrá ocasión, porque se han vendido todas. “Los trescientos que van seguro que se van a hacer notar, como siempre han hecho", zanjaba Pablo Pin, entrenador del Covirán, que lanzó algún que otro dardo.
"El Betis está en buena dinámica, pero estos partidos tienen su punto de tensión y presión. Jugar como local en estos partidos pueden ser una desventaja. El Betis ha hecho una inversión grande y necesita la victoria”, opinaba el míster visitante, al tiempo que su homólogo Luis Casimiro prefería remitirse a lo suyo: "Es el partido para finiquitar la salvación, para no depender de nadie. A estas alturas de la temporada, es positivo que los jugadores piensen únicamente en los partidos tras acumular tanta sesión de entrenamiento, centrados sólo en hacer su trabajo. El Granada es un buen equipo, sabe a qué quiere jugar. Es intenso y le pone un alto ritmo a los partidos, por lo que hay que tenerles un gran respeto; no se han entregado y, en los últimos partidos, están haciendo un gran trabajo. Sabemos que las cosas que hay que hacer bien tenemos que hacerlas bien, y pido a la gente que venga que esté con el equipo, porque durante el partido habrá momentos difíciles".