José Antonio Rivero3 min lecturaEl debate en torno a las nacionalizaciones sigue dando mucho de que hablar en el mundo del baloncesto a medida que se acerca el verano. Después del EuroBasket del año pasado, un nuevo caso ha sacudido el escenario del Mundial de este año: Kyle Anderson, jugador de la NBA que pertenece a los Timberwolves, ha decidido representar a China en futuros torneos internacionales.
Esta decisión ha generado discusiones y comentarios, y el entrenador Henrik Dettmann, con experiencia en dirigir equipos nacionales de Alemania y Finlandia, ha expresado su opinión de manera contundente al respecto. En una entrevista con Helsingin Sanomat, Dettmann se refirió al tema y compartió su perspectiva sobre las nacionalizaciones en el baloncesto.
Dettmann ha tenido experiencia previa con casos similares en sus equipos nacionales. Recordó el caso de Jacob Grandison y Jamar Wilson en Finlandia, quienes habían adquirido la nacionalidad finlandesa para representar al equipo nacional. "La nacionalidad finlandesa y representar al equipo nacional fueron grandes logros para Wilson, para su propia identidad. Antes de que jugara su primer partido tuvo que recitar la letra de nuestro himno en el vestuario", explicó Dettmann.
El entrenador también recordó el controvertido caso de Shawn Bradley, un jugador estadounidense que se nacionalizó alemán durante su mandato como seleccionador de Alemania en 2001. "Me resistí a ello y eso me dejó una herida eterna con los gerentes del equipo nacional de Alemania", respondió Dettmann al ser consultado sobre ese asunto.
Sobre el caso de Kyle Anderson y su decisión de representar a China, Dettmann lo calificó como un tema complejo, especialmente considerando la tensión política actual entre Estados Unidos y China. "El caso de Anderson es muy oscuro en la situación política actual", comentó el entrenador. Agregó que aún no se ha tomado una decisión oficial en China sobre este asunto.
Dettmann también mencionó el caso de Lorenzo Brown, quien fue nacionalizado por España el año pasado para participar en el EuroBasket debido a la lesión de Ricky Rubio. Dettmann opinó que este tipo de situaciones pueden tener un impacto duradero en el orgullo de los equipos nacionales y criticó la necesidad de recurrir a tales medidas para ganar partidos. Brown, ahora en el Maccabi de Tel Aviv, había sido una pieza importante en el equipo español dirigido por Sergio Scariolo.
"Creo que los españoles siempre se resentirán después de aquello. Es una vergüenza si tienes que activar ese engaño para ser capaz de ganar a Finlandia", indicó Dettmann.
En resumen, la cuestión de las nacionalizaciones en el baloncesto continúa generando debate y opiniones diversas entre los entrenadores y la comunidad deportiva en general. Cada caso plantea desafíos éticos y deportivos que deben abordarse cuidadosamente.