El Real Madrid volvía a la ACB tras una semana durísima en la Euroliga en la que había caído ante Asvel y Fenerbahce y ya sonaban campanas de guerra en el WiZink, hasta el punto de estar en entredicho el futuro de Chus Mateo. Y para colmo este domingo tenían enfrente al Unicaja, líder de la competición y el mejor equipo con diferencia, pero hay han sacado lo mejor de sí mismo para conseguir el triunfo. El Real Madrid ha arreglado su situación liderado por el acierto de Gaby Deck, autor de 24 puntos, para sumar un triunfo balsámico y de mérito ante los malagueños muy lejos de su mejor versión, que sumaron su segunda derrota del año por 90 a 77.
Ambos acudían al partido más destacado de la décima jornada con sensaciones muy diferentes. Los locales con muchas dudas tras encadenar tres derrotas en los últimos ocho días y una trayectoria errática, principalmente fuera de casa, y los cajistas con un solo tropiezo en ACB y líderes tanto en la competición doméstica como en la Liga de Campeones. Pero conscientes de la importancia del choque, los jugadores de Chus Mateo salieron a por todas desde el salto inicial, y gracias a su acierto exterior y a los puntos de Deck se mantuvieron con cómodas rentas hasta que un arreón final del equipo andaluz dejó la diferencia en cinco puntos al final del primer cuarto.
El segundo cuarto fue un tiroteo en el que destacó la ausencia la velocidad habitual de los malagueños en su juego, más hoy que no tuvieron un referente ofensivo claro, aunque al menos fueron capaces de aprovecharse de unos momentos de dudas de su oponente para recortar a la mitad la decena de puntos de desventaja y mantener intactas sus opciones de victoria, solo cinco abajo al descanso.
Con Campazzo a los mandos y Deck y Abalde como ejecutores, el Real Madrid empezó muy bien el segundo acto, y eso sumado a que en los andaluces sus estrellas no estaban, los blancos siguieron a a lo suyo, buscando a sus hombres más inspirados para mantener una renta que les permitiese llegar a los últimos diez minutos sin apuros. Aunque el Unicaja llegó a ponerse a cinco tras un triple de Melvin Ejim, pero respondió de inmediato desde la misma distancia Mario Hezonja para cerrar el tercer periodo con un 60-52 en el marcador.
El alero croata repitió acierto para inaugurar el capítulo definitivo y, poco a poco, el equipo andaluz se fue diluyendo víctima de sus propios errores. Los minutos iban pasando pero nada cambiaba en el guion de un choque de claro color local que quedó visto para sentencia tras un triple de Llull a seis minutos del final. Y así el Real Madrid logró cerrar su semana con buen sabor de boca ante un gris Unicaja que no pudo repetir su triunfo de la temporada pasada en el mismo escenario.