Antonio José Medina5 min lecturaEl Real Madrid sigue su marcha imparable de las últimas semanas y se asegura su presencia en la Copa del Rey con un triunfo (82-89) en el Buesa Arena que vengaba la derrota europea y metía en un gran lío al Baskonia de Pablo Laso, al que complica muchísimo su presencia en el torneo copero. El triunfo madrileño clasifica también, de rebote, al Joventut para la Copa. Ya sólo quedan dos plazas por decidirse.
Los pupilos de Chus Mateo sólo han cedido en Valencia -y por un punto- en las últimas semanas, en las que han pasado de luchar por no salir de la zona de 'play off' a hacerlo por seguir la estela de Valencia Basket y Unicaja al frente de la tabla. En este tiempo han derrotado a tres de los cinco mejores equipos hasta ahora de la Euroliga (París, Monaco y Bayern), y al Barça en el Clásico y al Baskonia a domicilio en la Liga ACB. Ya ni los partidos fuera de casa, su talón de Aquiles en las primeras jornadas, son un obstáculo para los blancos.
Pese a que el partido tuvo emoción hasta el final y el equipo vasco llegó a estar cuatro puntos abajo en el último minuto, el Real Madrid controló en todo momento el encuentro y nunca estuvo por debajo en el marcador. Ya el primer cuarto se fue diez arriba (18-28), bajó a ocho su ventaja al descanso y a siete en el tercer cuarto, pero siempre tuvo una renta que, pese a la presión del público vitoriano, dio la sensación de que el triunfo blanco nunca peligró. El Baskonia se vio lastrado por la lesión de Markus Howard, que se lastimaba la rodilla en el segundo cuarto y ya no regresaba a pista.
El bosnio Musa fue una vez más el artillero que lideró al Madrid de los primeros cuartos, un periodo que, a la postre, fue decisivo para el partido. A los diez minutos ya sumaba 12 puntos -acabó con 29- y su equipo se había mostrado casi infalible desde más allá de la línea de 6,75 (5 de 6 en triples por 0 de 5 del Baskonia). El equipo vitoriano se acercó ene l arranque del segundo cuarto y llegó a ponerse a dos, pero entre Llull y de nuevo Musa volvieron a ampliar la ventaja, que se mantuvo más o menos constante hasta el 39-47 con el que se llegó al descanso.
Tras éste, el Madrid se dedicó a controlar y a evitar que, con el ánimo del público, los vitorianos se encendieran. Al final lo hicieron, pero entonces ya perdían de catorce (45-59, min. 25) y el arreón final, de la mano de Bladwin y de Samanic, les sirvió al menos para ilusionarse y afrontar el último cuarto siete abajo.
El equipo de Laso trató de mantener esta inercia en el tramo final aprovechando que Campazzo y Tavares no estaban en pista. Pero entre Garuba, soberbio en estos minutos, y un triple milagroso de Rathan-Mayes hizo posible que llegarán al tramo final con ventajas que oscilaban entre los ocho y unos peligrosos cuatro puntos. Más de eso no pudieron acercarse los vitorianos, que quedaron sentenciados con un triple de nueve metros de Hezonja, a 23 segundos del final, que ponía la ventaja en unos inalcanzables siete puntos.
Baskonia (18+21+17+26): Kamar Baldwin (9, Markus Howard (4), Raieste, Moneke (7) y Donta Hall (11) -quinteto inicial- Forrest (10), Luwawu-Cabarrot (14), Rogkavopoulos (10), Khalifa Diop (1) y Samanic (15).
Real Madrid (28+19+16+26): Campazzo (17), Musa (28), Abalde (9), Ndiaye (5) y Tavares (2) -quinteto inicial- Hugo González (), Rathan-Mayes (3), Hezonja (14), Garuba (6), Ibaka, Llull (4) y Feliz.
Árbitros: Pérez Pizarro, Javier Torres y Vicente Martínez. Eliminaron a Usman Garuba.