El mercado de fichajes en la ACB ha vivido hasta hora un verano más que tenso, y es que aunque ahora se haya relajado un poco por la concentración de los jugadores con sus selecciones y los Juegos Olímpicos de París 2024 por en medio, no son pocos los equipos que aún tienen que seguir perfilando sus plantillas de cara a la temporada que está por venir, la cual sobre todo para los equipos de la Euroliga va a ser muy larga, con semanas de dos e incluso tres partidos de forma asidua.
Por eso mismo, uno de los más necesitados de cambios era el Barça, que se vivió un final de campaña sumamente dramático, en el que se que se quedó fuera de la Final Four de la Euroliga tras un quinto partido en el Palau en el que cedieron ante Olympiakos. Y tampoco fue mucho mejor en la ACB, donde acabaron terceros y hubo clásico ante el Real Madrid, que les destrozó en tres partidos. Por todo esto, los culés decidieron cortar por lo sano y despedir a Roger Grimau tras solo un año en el cargo de entrenador y apostarlo todo a Joan Peñarroya, quien tras salir por la puerta de atrás del Baskonia tiene ante sí el equipo más grande de su carrera.
Para darle lustre al proyecto, los culés optaron por pescar en el campeón de la fase regular de la Liga Endesa, el Unicaja de Málaga, y por ello encarrilaron el fichaje de quien había sido una pieza clave en los de Ibon Navarro, el interior Dylan Osetkowski, pero cuando todo parecía encarrilado para el fichaje se llevar a cabo, algo pasó y todo saltó por los aires, dejando al Barça sin nueva estrella, y al jugador vistiendo de verde. No fue el único fichaje fallido en Can Barça, pero ese es otro tema.
Todo parecía muy extraño, pero ahora desde Serbia le han dado un poco de luz al asunto, y es que según el portal serbio Telesport.rs, el ala-pívot estadounidense salió positivo en un test de marihuana durante las últimas jornadas de la competición en la Liga Endesa. El jugador estaría a la espera de una dura sanción y ese sería el principal problema en su traspaso al equipo catalán. El fichaje estaba hecho por 800000 euros, pero con esto se fue todo al traste, y el Barça tuvo que empezar a mirar otras opciones. Por lo pronto, y a la espera de saber más, la tónica tanto de ambos equipos, como del propio jugador, es el silencio.