El Unicaja conquistó en Gran Canaria el segundo título de la Copa del Rey en tres años, y el tercero de su historia, un éxito que supone un cambio de paradigma en la competición, dominada de forma ininterrumpida por el Real Madrid y el Barça durante trece ediciones (2010-2022) hasta la irrupción del proyecto construido por el entrenador Ibon Navarro.
Y Málaga le ha brindado esta tarde su particular homenaje delante de miles de aficionados que acompañaron a los jugadores en una ruta en autobús por las calles del centro costasoleño, con paradas en la sede del banco que da nombre al equipo y del Ayuntamiento de la capital.
Los jugadores y el entrenador, Ibon Navarro, recibieron el cariño y la admiración de miles de malagueños en un recorrido con salida en Los Guindos, sede de la cantera del club, hasta el Ayuntamiento de Málaga, con previo paso por la sede de su patrocinador principal, Unicaja, aunque sin terminar en la Basílica de La Victoria, como en años anteriores, debido a que su imagen titular se encuentra en estos días de peregrinaciones.
En el balcón del Consistorio fueron pasando uno a uno los jugadores para mostrar el trofeo de campeón y dedicar unas palabras, mientras la ola de aficionados cajistas cantaba el himno del club, arengaba a cada uno de los protagonistas y pedía a su equipo el siguiente deseo: “¡A por la liga, oé!”.
Se trata del noveno título en la historia del club, el quinto desde la llegada del técnico vasco a Málaga, en febrero de 2022. Y para los amantes de las estadísticas, cabe resaltar que hay que remontarse al TAU Cerámica, en 2004 y 2006, para encontrar al último equipo que ganó dos Copas del Rey en tres años, sin contar al Real Madrid y al Barça. Un éxito construido sobre la identidad de un equipo coral, intenso y que cuenta con un extenso fondo de armario que le permite competir con herramientas distintas según el rival.
Ibon Navarro da la clave del éxito de Unicaja
El técnico de Unicaja ha restado importancia a su papel como entrenador y ha insistido en que tiene "14 tíos muy buenos" en su plantilla, que son quienes lo hacen todo más fácil para poder alcanzar el nivel que ha desplegado, no solo en esta Copa del Rey sino también en lo que va de temporada. Y en este mismo sentido, el preparador vasco ha subrayado qué faceta es la más difícil ahora mismo para él: "Somos más gestores de personas que instructores técnicos-tácticos. Quien se queda fuera o dentro es más complicado que dar con la clave de ganar el partido (...) Es una cuestión de que todos sientan que son importantes y que todos confiamos en ellos".