El baloncesto español vive unos años de renovación en los que poco a poco va saltando de la época dorada en la que los juniors de oro, aquel mítico grupo formado por Pau Gasol, Felipe Reyes, Juan Carlos Navarro y compañía coincidió con hornadas brutales de las que salieron Ricky Rubio, Marc Gasol o Rudy Fernández, entre otros. Pero con la retirada de todos estos, el relevo generacional está costando, porque aunque nombres importantes como Santi Aldama o los Hernangómez, falta ese potencial diferencial, sin embargo, viene por detrás un grupo de 'niños' llamados a tomar por los cuernos 'la familia' y de nuevo volver a hacernos grandes.
Izan Almansa, Sergio de Larrea, Hugo González, Baba Miller, Aday Mara, Jordi Rodríguez y un sin fin más de ellos que tras ganarlos todo en categorías inferiores ahora quieren llegar al profesionalismo y no perder ese fuelle. Es cierto que es casi imposible que todos lo consigan, sin embargo, por potencial se puede llegar a esperar que al menos unos cuantos si que lo logren, aunque están siguiendo caminos muy distintos. Hay quien está en Estados Unidos jugando en la Universidad; quien ya ha dado el salto al profesionalismo en las Antípodas para buscarse un hueco más pronto que tarde en la NBA, o incluso está tratando de hacerlo en España.
Dentro de los que se han quedado en la Liga Endesa destacan dos, por un lado Hugo González, la gran promesa del Real Madrid y a quien Chus Mateo está dando muchos minutos esta campaña entre ACB y Euroliga, pese a que los blancos están exigidos al máximo en cada partido. Y por otro, el que está siendo la gran sorpresa del año y el que mejor rendimiento está dando de todos, Mario Saint-Supery.
El canterano del Unicaja de Málaga está actualmente cedido en el Baxi Manresa, donde el técnico Diego Ocampo se está encargando de tallarlo como lo que es, un diamante en bruto, y por ahora le está saliendo a las mil maravillas. Controlando sus minutos para no causarle estragos físicos y con sistemas ciertamente favorable, el malagueño se ha adueñado del equipo.
En las últimas semanas ha dejado de ser una promesa para ser una realidad. De hecho, este domingo dio un susto a todo un equipo de Euroliga como el Baskonia, anotando 18 puntos con 2 rebotes y tres asistencias, pero es que este fue su cuarto partido seguido por encima de los 17 tantos, tras anotar esa cifra 2 veces y 20 ante el Andorra. Porque efectivamente, con tan solo 18 años Saint-Supery ya está aquí y es uno de los mejores jugadores de la ACB.