"Es dificilísimo ganar todos los días. Jugamos once partidos en enero, hay una semana cuádruple y la siguiente es una doble. Que alguien me explique cómo un deportista puede estar sano y mantenerse al mismo nivel todos los días. Seguramente no lo vamos a estar", se quejaba el entrenador del Real Madrid, Chus Mateo, a la conclusión del partido de Euroliga ante el Bayern Múnich.
El Madrid, pese a esa serie de partidos encadenados, ha logrado ganarlo todo en las tres últimas semanas menos el partido de Valencia, que perdió por un punto. Entre medias le ganó a dos equipos que iban líderes en la Euroliga, como son el París y el Mónaco, al quinto, el Bayern, y se llevó, en la Liga ACB, el Clásico ante el Barça.
Pero se encontró con un problema, la grave lesión de Gabriel Deck, que deja al equipo muy corto para lo que ahora le viene y que, como decía Chus Mateo, es aún más difícil. De hecho toda la serie la empiezan este lunes ante el Baskonia. Luego, el miércoles llega el Covirán Granada, el viernes el Zalgiris y el domingo, el Dreamland Gran Canaria. Y, luego, una jornada doble de Euroliga y el Andorra... Siete partidos en catorce días. Una auténtica burrada.
Ante esto, desde el club habían filtrado que finalmente iban a ir al mercado para, al menos, cubrir la baja de Deck, que se unía la aún no cubierta marcha de Yabusele y dejaba las posiciones de 3-4 algo cortas de efectivos.
Encima de la mesa estaban dos nombres en las últimas semanas, que se habían unido a los muchos con los que se ha relacionado el Real Madrid desde septiembre. Por un lado, para la pintura, el brasileño Bruno Caboclo y, por otro, una de las sensaciones de la Euroliga, el francés Théo Maledon, aunque para una posición que el equipo blanco tiene mejor cubierta.
Del primero llegó a decir su agente que estaba a punto de decidirse entre los blancos y el Panathinaikos, pero por ahora no ha avanzado nada. Pero es el segundo el que más interesa y ese, según varias fuentes, sí que estaría ya atado. El problema es que no sería un refuerzo inmediato, sino que lo habrían apalabrado para la próxima temporada.
A sus 23 años, Maledon ha explotado en el ASVEL Villeurbanne. Como en su día Yabusele, se marchó muy joven a la NBA, con 19 años. Y aunque aguantó cuatro temporadas (Oklahoma City Thunder, Charlotte Hornets y Phoenix Sun), su participación no fue la esperada. Su regreso al baloncesto europeo, la confianza y los minutos han hecho que diera el salto esperado.
Si se confirma será un gran fichaje para el próximo año, pero el Madrid necesita fichar antes de un mes. El próximo 7 de febrero acaba el plazo para inscribir en la Euroliga y, con lo que tiene, difícilmente podrá jugar y rendir con tres o cuatro partidos por semana.