"Trata de arrancarlo", como le diría el gran Luis Moya a Carlos Sainz en aquel famoso rally de 1998, es la frase que empieza a sonar ya en las oficinas del Santiago Bernabéu en relación a Chus Mateo y su equipo de baloncesto. Y es que el conjunto blanco ha comenzado la temporada, contra todo pronóstico, con tres derrotas consecutivas. Y aunque la de ayer en la Euroliga podría decirse que era la más lógica, al ser la tercera seguida ha hecho saltar las primeras alarmas de la temporada. Entre otras cosas, por el conjunto madridista volvió a dar síntomas preocupantes.
Tras perder la final de la Supercopa de España contra el Unicaja de Málaga y protagonizar la sorpresa de la primera jornada de liga cayendo en la cancha de Leyma Coruña, ayer su estreno en la Euroliga ante el Bayern de Múnich fue por el mismo camino (97-89).
Y el propio técnico blanco confesaba sus impresiones tras el partido y lo mucho que tienen que mejorar para ser el equipo del año pasado. "Peleamos por volver al partido cuando comenzamos perdiendo al principio. Nuestra defensa mejoró al final del segundo cuarto y especialmente en el tercero. Remontamos e incluso llegamos a tener una ventaja de diez puntos".En este sentido, para él el partido se perdió en la fase decisiva: "Pero al comienzo del último cuarto se paró el partido, quizás demasiado porque hubo problemas con uno de los relojes de tiro. Empezamos muy fríos, recibimos muchos puntos seguidos y anotamos solo cuatro. Fue la clave del partido. Necesitamos mejorar nuestra defensa, hemos permitido demasiados triples".
También hizo referencia a una posible falta no señalada sobre el base argentino Facundo Campazzo en el lanzamiento triple que, de entrar, podría haber llevado el duelo a la prórroga, expresó: "No he visto el vídeo después del partido. Ahora mismo no lo sé. Es una situación de partido, los árbitros hicieron un buen trabajo y probablemente no vieron la falta. Esa fue la razón por la que no la pitaron. Necesitamos estar centrados en nuestro equipo, mejorar nuestra defensa mucho y saber manejar el partido cuando vamos ganando por diez puntos".Por último, el azar quiso que el conjunto blanco fuese un invitado de excepción en el estreno del flamante pabellón para 12.000 espectadores del club bávaro. Y Chus Mateo confesaba el gran ambiente que se vive desde abajo en un estadio así: "Es fantástico y también la atmósfera. Los aficionados estuvieron muy cerca del equipo y seguro que harán una gran campaña. Les deseo lo mejor y les felicito por la victoria".