Desde que Álvarez Izquierdo pitó el final del partido en Riazor y salvo los que en un principio culparon al árbitro de haber influido en el marcador, todas las críticas han tenido un solo destinatario:
Víctor Sánchez del Amo. El mal juego del equipo, independientemente del resultado existente hasta ese minuto 90, los cambios a final del partido que metieron al
Betis en su área, la frustración de ver cómo se escapaban dos puntos que podrían casi haber certificado la salvación... todo justifica una crítica respaldada por todo lo que el
Betis viene ofreciendo desde hace un par de meses, es decir, muy poco.
Soy de los que sigo pensando que la acción final no era penalti y que el delantero hizo más por ese contacto que el defensa, pero la jugada se presta a la interpretación y el árbitro, durante todo el partido, estuvo particularmente predispuesto a señalar esas acciones como falta. El defensa lo sabía cuando sacó el codo, así que tampoco puede quejarse. Y si ni
Víctor lo hace una vez vista la acción por televisión... no voy a hacerlo yo.
Como tampoco voy a esconder que así el conjunto bético puede aspirar a poco más que salir indemne de otra temporada para el olvido, pero no por ello creo que haya que pedir cabezas de manera inminente. Pese a que el equipo juega mal, su rendimiento ha bajado con respecto a los primeros partidos al mando de Víctor y, con ello, tanto los resultados, como el respaldo de plantilla y de los aficionados ha decaído, no hay motivos para ponerse nerviosos y añadir más presión a este final de temporada.
Víctor no es Poyet, no hace locuras ni toma decisiones ilógicas, ni mucho menos se busca enemigos innecesarios. Y quedan doce partidos en los que el
Betis tiene que hacer muy poco para salvarse. Y en los que debe centrarse en eso. A lo mejor no hace falta, como dijo un consejero esta semana, traer en verano sólo a tres o cuatro jugadores de calidad, a lo mejor con el técnico tienen que salir más de uno de los importantes para dejar entrar aire fresco. No es sólo Víctor al que hay que mirar con lupa...