Intentó sorprender Quique Setién a un Valencia del que ya avisó durante la previa que mete gol prácticamente tirando desde el vestuario. Pero no lo consiguió el cántabro, que cambió el sistema y dibujó a su Betis sobre un 4-1-4-1 que, de inicio, sólo parecía en clave ofensiva y que se acabó imponiendo sobre el verde.
Aprendida la lección en las 'semis' de Copa,
los de Heliópolis se mostraron rápidos en la presión tras pérdida ante un conjunto che agazapado en su campo que buscaba iniciar rápido sus contras. Y para ello,
Mandi se postulaba como lateral, ahorrándole metros en defensa a un
Joaquín que caía por dentro (en exceso) en una primera línea de presión junto a
Kaptoum, a la vez que el portuense gozaba de mayor movilidad al ataque y exigía, también, un mayor sacrificio del argelino.
Con
Jesé de falso '9' y
Guardado de pivote,
la activación verdiblanca era casi automática durante toda la primera mitad. Y es que
Guedes, al filo del descanso, aprovechó la única contra de garantías que le brindó el Betis al repliegue para hacer el 0-1.
En la segunda, a los tres minutos de juego, de nuevo Guedes haría el 0-2, rompiendo cualquier intento de sorpresa verdiblanca.
Un jarro de agua fría que propició otro cambio de idea, entrando dos delanteros:
Loren, por Mandi (Joaquín pasó al lateral) y
Sergio León, por Jesé.
De partir sin falso '9' a acabar jugando con dos puntas, dándole entrada Setién en el último cuarto de hora, también, al joven Lainez.
Lo Celso, de penalti, acabaría acortando distancias ante un Valencia con diez que acabó pidiendo la hora. Un acto de fe que, sin embargo,
no salvó a Setién de la ira del beticismo.