Hay quién se pregunta por qué
Bryan Gil no tiene sitio en este
Sevilla. Pregunta válida dónde las haya, por la calidad del canterano y porque el desborde y el atrevimiento por bandas son dos de las (pocas) carencias del equipo en este inicio liguero. Sin embargo, por su temprana edad y por competencia, quizás sea más pertinente pensar por qué no juega en el filial si no cuenta en absoluto.
Podría entrenar a diario con
Lopetegui y jugar los fines de semana con
Paco Gallardo, para no frenar su crecimiento. Lo hace
Rodrygo en el Real Madrid y el Castilla, a pesar de haber costado 45 millones, o
Vinícius antes que él. Es más, en la categoría de Bronce
juegan aún 15 de sus 20 compañeros en la sub 19 campeona de Europa este mismo verano.El año pasado,
Bryan alternó el
Sevilla Atlético con una presencia habitual en el primer equipo. Debutó en Primera en un glamuroso choque ante el
Atlético el 6 de enero. Luego,
Caparrós le dio continuidad y sumó 13 partidos entre
Liga y
Copa (191 minutos). A ellos añadió 23 choques y 1.721' con el filial, siete de ellos en la segunda vuelta, cuando ya era un miembro de pleno derecho del primer equipo. No veo motivo para no seguir haciendo lo mismo por ahora, en lugar de seguir en la grada.