La dirección deportiva sevillista, con
Joaquín Caparrós a la cabeza como director de fútbol, trabaja por acabar de dar forma a una plantilla sevillista en la que el internacional francés
Steven Nzonzi no ocupará un dorsal. Esa, al menos, es la intención del campeón del mundo galo y de una entidad, la sevillista, que entiende conveniente darle salida a un jugador que lleva dos temporadas mostrando su deseo de salir, aunque no lo hará a cualquier precio.
Por ello en
Nervión se han mostrado férreos hasta la fecha solicitando los
40 millones de euros (cinco de ellos son para su padre, y agente) que marca su cláusula de rescisión, una cantidad a la que ningún interesado ha llegado y que ahora, con el mercado inglés cerrado, se antojaba mucho más complicado. Ahí es donde ha aparecido
Monchi, y la Roma, que ya mostró su gusto semanas atrás (cuando se hizo público por deseo del club, en la idea de que eso haría subir las ofertas de los clubes de la
'Premier') y que al cierre de esta edición trabajaba a contrarreloj en su deseo de lograr cerrar la operación lo antes posible.
ESTADIO Deportivo pudo confirmar con protagonistas de la operación que el de
San Fernando estaba tratando de armar una oferta que acabara de contentar en las oficinas del
Sánchez-Pizjuán, pero que no le estaba resultando nada sencillo. En parte, por el propio padre, y agente, del campeón del mundo galo, a quien le corresponde un pellizco de la operación que no tenía mucho interés en perdonar, pese a que ésta se cerrase por menos.
De hecho, en parte, esa fue una de las cuestiones que obligó a los de
Nervión a rechazar una oferta de
30 millones de euros de los
Wolves, como ya explicó este diario. El progenitor del galo no sólo se llevaba lo que le correspondía en base a lo firmado con el Sevilla, sino que también pillaba por el otro lado. Unos 'picotazos' que mermaban el montante total y que, junto a otros detalles, no acabaron de convencer en Nervión.
Según publicaba el diario italiano
La Reppublica, el conjunto capitalino ya habría realizado una primera oferta formal por
Nzonzi de 25 millones de euros, cuantía que no habría sido recibida de manera afirmativa por parte del
Sevilla. De ahí que en Italia hablaran de que esa nueva intentona a la que le estaba dando forma
Monchi se trataría de un fijo de 27 millones de euros más unos variables que alzarían la oferta hasta los 30 kilos. Cifra que, lógicamente, ya sí contentaría a los de Nervión, que dieron prácticamente por cerrado el acuerdo a última hora de la noche de ayer siempre que fueran íntegros y el progenitor de
Nzonzi perdonara su parte.
La influencia de MonchiIronías del destino, el Sevilla ha vuelto a estar en manos de
Monchi en lo que al futuro de
Nzonzi se refiere. De hecho, el de San Fernando mantiene una estrecha relación tanto con el galo como con su padre, disponiendo de un importante poder de convicción sobre el campeón del mundo. Un aspecto que se ha antojado clave para alcanzar un acuerdo con el futbolista por cuatro años a razón de 2,5 kilos netos por temporada y que ahora ha hecho valer para que su progenitor facilite el discurrir de los acontecimientos.