La de Banega, una familia roja y blanca del Sánchez-Pizjuán

La de Banega, una familia roja y blanca del Sánchez-Pizjuán
Banega dedica a sus allegados un tanto marcado a la Real Sociedad. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez2 min lectura
Si por cualquier jugador está pidiendo en el mercado una millonada, qué no podrían pedir por uno tan especial como Éver Banega. El '10' es un jugador en peligro de extinción, casi único, y podría ser titular en varios de los clubes más poderosos de Europa. La cuestión, para felicidad del Sevilla, es que no quiere

El argentino ha dejado recientemente a su representante, pero no con la intención de que otro le busque un nuevo acomodo. Se debe, simplemente, a que la larga relación entre ambos se ha desgastado con el paso del tiempo. Al rosarino le siguen llegando proposiciones, porque es a lo que se dedican los intermediarios, quienes saben que su cláusula (20 millones de euros, por ahora) es asumible para prácticamente cualquier club, en los tiempos que corren. Casi ridícula. 

Banega podría ganar mucho más en otras partes, como lo ganaba en el Inter, si bien su mujer, como la de Carlos Bacca (él no regresó el pasado verano porque Óscar Arias no quiso), se dio pronto cuenta pronto de que echaba de menos la capital hispalense. Eso y la buena relación del talentoso mediocentro con el otrora director deportivo blanquirrojo propició que su regreso a Nervión fuese rápido y fácil. Aceptó firmar tres años rebajándose sus honorarios, porque antepuso vivir en la capital hispalense y volver jugar en el equipo en el que mejor le ha ido al dinero. 

En el fútbol es mejor no poner la mano en el fuego por nada ni nadie, pero su familia lo tiene muy claro: quiere seguir siendo roja y blanca del Sánchez-Pizjuán. Caparrós lo sabe y respira tranquilo.