Pablo Machín necesita
un nueve referencia de manera urgente, pero
el mercado se ha disparado y el Sevilla, por distintos motivos, no termina de decidirse a abrir la caja. Joaquín Caparrós y su equipo de trabajo no quieren dar ni un solo paso en falso y, tras verlo en otros momentos claro, han ido dejando algo de lado nombres que en principio encajaban, como los de
Bas Dost (la secretaría técnica echa en falta que tenga un mejor manejo de balón),
Maxi Gómez (por competencia y precio) o
Nikola Kalinic (la edad del jugador es uno de los riesgos).
Sin descartar nada, porque en el club son conscientes de que tienen que darle a Machín lo que necesita para que el nuevo proyecto funcione,
sí que se está abriendo el abanico de posibilidades; y entre ellas, según ha podido saber
ESTADIO, se encuentra la de
Djaniny Tavares (27).
Aun sin tener el renombre de otros, se valora como
una opción interesante, al tratarse de un delantero con
dominio del juego aéreo (mide 1,90 metros),
fuerte, rápido y móvil (en anteriores temporadas ha actuado mucho por fuera) que ha terminado el Clausura de la Liga MX mexicana como
máximo anotador (12 goles en 11 partidos), por delantere de
André-Pierre Gignac (8 en 12).
Djaniny, quien jugó en el
Benfica, el
Olhanense o el
Nacional de la Liga NOS, también es
un gran asistente y va a cambiar de aires, seguro, este verano. No en vano,
tiene una cláusula de rescisión asequible para clubes extranjeros. Su dueño, el
Santos Laguna, evitó así que recalase en otro equipo de su campeonato.
Obviamente, la de Djaniny también sería para el Sevilla
una opción con sus riesgos, pues no es un jugador consagrado, pero tiene el perfil demandado por Machín,
se trata del mejor jugador de México, su cláusula es asumible y tendría una segunda venta. Por todo, es un nombre que se valora en el Sánchez-Pizjuán.