Dice
Joaquín Caparrós, director de fútbol del
Sevilla, que "hay cosas avanzadas" en lo que materia de fichajes se refiere, pero no quieren equivocarse. Y es que la prioridad del técnico utrerano, hoy por hoy, junto a los refuerzos, son las salidas; una tarea en la que la parcela deportiva del
Sevilla FC trabaja de manera incansable con la idea de aligerar lastre en una plantilla para la que
Pablo Machín tiene las ideas muy claras.
Hombres como
Paulo Henrique Ganso, sin sitio, y Joaquín Correa o Luis Muriel, entre algún otro, a los que en
Nervión consideran transferibles, al igual que
Guido Pizarro, quien ha vuelto al
Tigres de México a cambio de lo que costó. La idea, conseguir una liquidez extra con la que el club poder volver "a apostar fuerte en lo económico para confeccionar una plantilla de alto nivel", tal y como ha reflejado el presidente
José Castro. Y para ello, lógicamente, se antoja fundamental solucionar la situación del brasileño
Ganso, la cual en
Nervión consideran un "problema" desde hace varios meses, tal y como ha podido pulsar la redacción de este diario.
El futbolista, por el que se pagó poco menos de diez millones de euros al
Sao Paulo, presenta tres años más de contrato en vigor todavía, a razón de cuatro millones brutos por temporada; una cuantía a la que, además, hay que sumarle los dos millones por año del amortizado de su fichaje. Es decir, un total de 18 millones de euros aún por abonar. El representante del futbolista,
Giuseppe Dioguardi 'Pepinho', lleva meses intentando, sin fortuna, su desvinculación, habiéndose mantenido ahora una nueva reunión en la que tratar una salida que se antoja obligada. Con un sinfín de clubes interesados en
Brasil y un buen cartel en
Turquía, el Sevilla no está por la labor de darle la carta de libertad al brasileño, quien ya cuenta con un principio de acuerdo por cinco años avanzado con otro club, en el caso de quedar libre; algo que no convence al
Sevilla. El
Santos, que va a ingresar 45 kilos por
Rodrygo, sería el postor que busca el
Sevilla.
Otras reunionesSimilar, aunque no idéntico, es el caso de
Correa y Muriel, quienes comparten representante; un Alessandro Lucci que también tiene pendiente una reunión con
Caparrós en estas fechas. El argentino no convence por su frialdad al utrerano, por lo que entienden que es el momento de hacer caja; por el colombiano se quiere recuperar, a ser posible, la inversión realizada. El actual superávit de mediapuntas existente en la plantilla invita a ello. No serán, sin embargo, las únicas citas de Caparrós, quien también trata otras salidas de menor calado.