El
Sevilla, a falta de un partido para acabar con buen sabor de boca una campaña tensa y agridulce, debe poner desde ya los cinco sentidos en la
planificación de la próxima temporada. La 18/19 se ha salvado al conseguir atar la
séptima plaza y confirmar el regreso a 'su' torneo, la
Europa League, después de pasar tres años seguidos en la máxima competición continental.
Esta nueva situación implica dos hándicaps: una lógica
merma presupuestaria y
menos tiempo para confeccionar el plantel, ya que el balón empezará a rodar en menos de dos meses, pues el equipo nervionense deberá pasar
tres rondas previas para estar en el sorteo de la Fase de Grupos. Por lo tanto, el club tendrá que afinar con la elección del nuevo director deportivo y el entrenador. No obstante, a pesar de ello, si se mueven con premura y con acierto, los rectores sevillistas podrán llevar a cabo una planificación de
'nivel Champions League'.
Primero, porque el
Sevilla tiene mucho tirón y un gran estatus (es decir, no va a perder ni una pizca de su poder de seducción para fichar) y, sobre todo, porque en esta 17/18 ha batido su
récord histórico de ingresos en competición europea, lo que dará liquidez.
La
UEFA todavía no ha dado datos oficiales y falta calcular el 'market pool', pero ya se pueden realizar unas cuentas estimadas que sitúan sobre los
48 millones la cantidad que percibirá, casi el doble que en la 14/15 (tercera UEL), casi 15 kilos más que en la 16/17 y cinco por encima de la 15/16, cuando ganó su quinta
Europa League tras jugar Champions.
Sólo por sus
méritos deportivos (llegar a los cuartos de final por primera vez en este formato), ya se aseguró ingresar unos 35 millones, a los que habría que añadir la cantidad del 'market pool', que será notablemente superior a la de la pasada campaña, cuando se llevó
ocho millones a pesar de caer en octavos y de que el resto de españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) lograsen llegar más lejos que el
Sevilla.
Cabe recordar que el
'market pool' son beneficios que se reparten según el valor proporcional de cada mercado televisivo y que se dividen entre los clubes que participan en cada federación. En el caso de España, donde se clasifican los cuatro primeros, el primero obtendrá el 40 por ciento; el segundo, el 30%; el tercero, el 20% y el cuarto el 10%. El
Sevilla cayó en cuartos, como el
Barcelona, y avanzó más que el
Atlético, que no pudo pasar de la Fase de Grupos. Es decir, sólo el
Madrid, finalista, es mejor.
Ésas son las cuentas (a ojo de buen cubero) para llegar a esos 48 millones de euros; pero aún hay más fuentes de ingresos previstas. Vía
Liga, el
Sevilla espera mantener los 66 kilos que se embolsó este curso por derechos televisivos. Sólo por ser séptimo, ya se asegura 15 millones más (el 5%).
Además, si supera las
previas, cada uno de los clubes que estén en la
Fase de Grupos de la
UEL recibirá 2,6 millones. También habrá una prima de 360.000 euros por victoria y 120.000 por cada empate. Además, los primeros recibirán 600.000 euros y los segundos de grupo, 300.000.
Todo ello, sin contar con las ventas jugosas que se prevén (
Nzonzi y
Lenglet son las más probables), garantiza que el club tendrá liquidez para armar otro proyecto ganador. Eso sí, antes debe empezar por el principio. Y eso le obliga a tener ya director deportivo y técnico.