Se ha acostumbrado
Paulo Henrique Ganso a jugar poco en el Sevilla desde que arribó a Nervión la temporada anterior, con Sampaoli en el banquillo. Un futbolista de una calidad asombrosa que, sin embargo, acusó su aclimatación al fútbol europeo. Por ello, trabajó duro en verano, afrontando la pasada pretemporada, ya con Berizzo en el banquillo,
mucho más fino y dispuesto a ganarse un puesto en el once.
Cuatro goles y tres asistencias en once partidos (la mayoría de ellos, clave) han sido la carta de presentación de un futbolista que, más allá de sus estéticos recursos y estilo de juego, no ha conseguido más que el hecho de que Marcucci, segundo de Berizzo, le reconociera públicamente que
merecía jugar más de lo que lo venía haciendo.
Una situación que, incluso,
ha ido a peor con la llegada de Vincenzo Montella, quien lo ha apartado de sus convocatorias desde que llegó,
habiéndose caído de las cinco listas que el italiano ha dado como técnico del Sevilla. De ahí que todo apunte a una salida inminente del brasileño en este mes de enero, o no, pues Paulo Henrique Ganso atraviesa por una extraña situación,
como reconoce a ESTADIO Deportivo su agente, atrapado por Montella.
“No estoy trabajando en su salida y el club tampoco me ha dicho que lo esté haciendo”, aseguró a este medio
Giuseppe Dioguardi, quien estuvo el pasado fin de semana en la capital hispalense y pudo comprobar en primera persona el cariño que la afición le tiene a su representado: “Es una situación muy extraña. Estuve en Sevilla este fin de semana y no logro comprenderla.
El club me dice que es una opción para el entrenador”.
Así, mientras que Montella no lo convoca, tampoco deja salir a un futbolista que percibe
dos millones de euros netos por temporada. Algo así sólo puede ocurrir en el actual Sevilla.