La final de la Copa del Rey disputada el pasado sábado en el Vicente Calderón entre el Barcelona y el Alavés (3-1) no sólo deparó un nuevo entorchado azulgrana, sino que también dilucidó el máximo goleador de la competición. Una distinción que, en esta ocasión comparten el azulgrana Leo Messi y el sevillista Wissam Ben Yedder.
El argentino, que abrió el marcador en la final y firmó un sensacional encuentro, participando en los otros dos goles del Fútbol Club Barcelona, igualó con su tanto al franco-tunecino, que firmó sus cinco dianas coperas en la eliminatoria correspondiente a los dieciseisavos de final frente al Formentera. Un rival inferior que, lógicamente, le resta algo de lustre y brillantez a la gesta del delantero sevillista, no así importancia a lo hecho por el que es, además, el máximo artillero blanquirrojo de esta temporada, con un total de 18 dianas: 11 en LaLiga, cinco en el torneo del K.O. y dos más en Champions League. Un rendimiento destacado que, no obstante, espera mejorar el próximo curso, para el que se espera mucho más de él.