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Samir Nasri le quedan cuatro partidos como sevillista antes de que tenga que volver a Mánchester. Todo hace indicar que la aventura del centrocampista en el
Sevilla no se alargará más de un año después del cambio que ha dado su situación en los últimos meses.
Tras un comienzo de temporada espectacular, donde el
Sevilla de
Sampaoli jugaba al ritmo que marcaba
Nasri y todo eran halagos( se llegó a hablar incluso de la posibilidad de que el club de Nervión intentará ejecutar la
opción de compra por el galo), su situación viró radicalmente cayendó en un bache de juego llegando a tocar fondo con la expulsión en
Leicester en la vuelta de los octavos de final de la Champions League.
Su mal estado de forma en los últimos dos meses, unida a la imagen ofrecida en el King Power Stadium decepcionó en la planta noble del Sánchez-Pizjuán, según informan varios medios británicos, lo que les ha llevado a detenerse y pensar seriamente si merece la pena intentar la compra de
Nasri.
Una opción de compra que asciende a los
16 millones de libras (unos 19 millones de euros), una cifra que nunca ha llegado a pagar el Sevilla en su historia por ningún jugador. Sin embargo, según aseguran desde Inglaterra, el Sevilla no quiere cerrar definitivamente esa puerta y estaría luchando por intentar rebajar dicha opción de compra, a sabiendas de que
a Nasri le encantaría seguir en Nervión pese a lo complicado de la operación por su alto costo. Pese a todo, el galo
vendió su mansión en las afueras de Mánchester hace pocas semanas.
Ahora, el sevillista parece que ha dejado atrás ese bajón en su rendimiento, el pasado jueves ante el Celta
Nasri volvió a recordar al Nasri de los inicios, apenas jugó 26 minutos pero le dio tiempo a estrellar un balón en el larguero y a protagonizar la jugada de la victoria asistiendo a
Ben Yedder.
A Nasri le quedan dos años de contrato con el
Manchester City, donde sabe que no jugará la próxima temporada y donde además cobra un sueldo astronómico, por eso, la intención del City no es otra que venderlo y no tener que recurrir a otra cesión, aunque ello suponga una rebaja en sus pretensiones.
Habrá que esperar al final de la temporada, pero parece que los caminos de
Nasri y
Sevilla están destinados a separarse salvo un giro radical de los acontecimientos en estas últimas semanas.