Los caminos de
Unai Emery y del Sevilla vuelven a cruzarse en el mercado de fichajes. En este caso por un extremo. Se trata de
Malcom, que milita en el
Girondins de Burdeos y que ya
ha hablado varias veces del interés del conjunto nervionense en hacerse con sus servicios, algo que vería con buenos ojos.
Sin embargo, el
París Saint-Germain podría frenar la incorporación del atacante de sólo 20 años al conjunto blanquirrojo. Los parisinos también han tomado buena nota del rendimiento que está ofreciendo el ex del
Corinthians, que esta temporada acumula ya siete goles y tres asistencias en 33 partidos disputados.
El menudo jugador brasileño, de 1,71 metros, destaca por su velocidad,
una cualidad que el Sevilla lleva buscando para sus bandas desde hace dos veranos y que
Emery, que fue el primero que lo pidió tras la marcha de Aleix Vidal, también quiere para su
PSG.
La primera consecuencia de la intromisión del
PSG, según apunta
TMW, es que el futbolista ha pasado a estar tasado en
20 millones, cifra que se antoja prohibitiva para los nervionenses. Y es que cuando uno de los clubes ricos pone sus ojos en un futbolista, el precio se multiplica.