Hubo una acción en el
Sevilla-Sporting que
enfrentó a los banquillos de ambos equipos: el minuto 93,
Cuéllar saltó para agarrar el esférico y se fue inmediatamente después al suelo, aparentemente dolorido, y
echándose las manos a un tobillo. El ábitro le mandó lanzar la pelota fuera, para que pudiese ser atendido por los servicios médicos, y
eso terminó de enfadar a los jugadores de Sampaoli, quienes entendían que los asturianos estaban
perdiendo el tiempo de manera deliberada y reiterada.
Tanto fue así, que anunciaron el rival que
no iban a devolver un balón que puso Mariano desde la banda en el área y que acabó en córner. Al final, el Sporting se salió con la suya y
se llevó un punto de Nervión, pero el parte médico posterior realizado por sus galenos muestra que Cuéllar
se hizo realmente daño en dicha acción, pues le atribuyen
"un leve esguince de tobillo".
Seguramente, pese a esto, en Nervión seguirán pensando que
no era más que otra forma de perder tiempo, mientras que en Gijón están molestos por ver cómo
el Sevilla no devolvía la posesión tras estar un jugador suyo, en este caso el portero,
-presuntamente- lesionado.