El portero
David Soria, que rechazó varias ofertas para cambiar de equipo el pasado enero, manifestó este miércoles se ha quedado en el
Sevilla "para seguir creciendo y para aprovechar las opciones" que le dé el entrenador,
Jorge Sampaoli, aunque admitió que "los últimos días de mercado fueron complicados".
David Soria confesó en una rueda de prensa que "no sabía qué pasaría" porque era consciente de que el
Sevilla se iba a desprender de un guardameta y "tenía que estar preparado" después de un "momento duro por la lesión" que padeció el pasado agosto, lo que propició que "llegase otro compañero a ocupar" su "puesto".
"Ha sido un tiempo para competir, para luchar y para aprender de
Sirigu", dijo en alusión al portero internacional italiano que llegó en agosto y fue inscrito para competición europea en detrimento suyo.
El meta madrileño indicó que "con Sirigu", ahora en Osasuna, "hubo una competencia sana" y se fijó su objetivo en "ganar otro título sin debutar en
Liga", ya que aún no ha disputado ni un partido en Primera, pero se considera "preparado para lo que venga: para jugar en
Champions o para no jugar".
Soria eludió referirse a las últimas actuaciones arbitrales en los partidos del
Sevilla porque consideró que "se está opinando demasiado de los arbitrajes", y admitió que los colegiados "pueden fallar, pero la competición no está adulterada".
"Todo el mundo los critica, yo el primero, pero tenemos que dejarlos tranquilos y olvidarnos de ellos porque hacen su labor lo mejor posible", apuntó
El portero sevillista, por otra parte, se refirió a que "el tema de los
Biris -grupo de aficionados que no pueden exhibir de manera colectiva su simbología en el Sánchez Pizjuán- es complicado" y espera "que se solucione lo antes posible" porque "este estadio aprieta y el domingo -en el partido ante el Villarreal- se echó en falta el apoyo de la grada".