A Míchel, como a Marcelino o Manzano, le tocó vivir la peor parte de la exitosa última etapa del Sevilla. El madrileño llegó para reemplazar al asturiano y se instaló cerca de la plaza de toros, algo que no olvida, según ha comentado en una entrevista a través de Twitter, con el hashtag 'AskMíchel'.
"Tengo muy buenos recuerdos de Sevilla, de su club, de la ciudad, porque vivíamos en el centro y era magnífico, y la verdad, aunque el clima social no era el más apropiado, disfruté mucho entrenando el Sevilla y les estoy muy agradecido porque se acordaran de mí. He dejado muchos amigos”.