"Pensé que no iba a encajar en el Sevilla", le reconoció a la revista Panenka en mayo

El día que Gabi pudo ser sevillista

El día que Gabi pudo ser sevillista
Mouhamadou Dabo, ahora en el Caen, pugna por un balón con Gabi (Zaragoza) en la 10/11. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez3 min lectura
'El Sevilla es el gran favorito para fichar a Gabi', titulaba 'El Periódico de Aragón' en mayo de 2011. Y no le faltaba razón. Monchi tenía bien apuntado el nombre del ahora capitán del Atlético de Madrid en su agenda, a quien le seducía la opción de vestir de blanquirrojo, pese a manejar también ofertas de Espanyol, Getafe, Racing, Villarreal, Olympiacos y Valencia. Le restaba sólo un año de contrato con el Zaragoza y podía salir de La Romareda por un módico precio.

El de San Fernando, sin embargo, se echó atrás a última hora, como reconoció él mismo el pasado mes de mayo en una entrevista concedida a la revista Panenka, cuando fue cuestionado por si se arrepentía de no haber fichado a algún jugador: "Hay uno del que me acuerdo mucho, que además es español. Tuve la oportunidad de traerlo y, después de muchas vueltas, pensé que no encajaba en el Sevilla. El tiempo me ha demostrado que estaba equivocado con todo lo que ha ganado y la importancia que ha tenido. Es el caso de Gabi. Quizá haya sido mi mayor error en ese sentido".

Gabi, que cuenta ahora 33 años, acabó ese verano en el Atlético de Madrid, en cuya cantera se había formado (pagó tres kilos por él). Desde entonces, ha sido un jugador capital para el equipo que mañana será rival del Sevilla, por lo que al director deportivo nervionense le volverá a rondar ese arrepentimiento por la cabeza, a buen seguro, cuando el '14' de Simeone contacte con la pelota.

Como curiosidad, Monchi desveló en la misma entrevista que de pequeño llegaron a tirarle un poco los colores rojo y blanco, pero los del Atlético. Eso sí, no por mucho tiempo y por un motivo justificado. "El San Fernando y el Cádiz eran mis equipos de la infancia, pero también de pequeño me tiraba el Atlético. Tengo un hermano mayor muy colchonero que tenía toda la habitación llena de pósters y eso influye mucho. Muy pronto, cuando llegué a Sevilla, me 'convertí'. Yo digo siempre que no soy sevillista de nacimiento pero sí de adopción y hasta que me muera2, reconoció.