Dos fichas libres y alguna necesidad

A los directores deportivos no les gusta acudir al mercado de enero. Creen que es un claro síntoma, generalmente, de que no hicieron del todo bien su trabajo en verano, de que la planificación quedó incompleta. Ocurre en ocasiones, sin embargo, que han cerrado la ventana de fichajes de verano pensando que han conformado un plantel sin fisuras y, al empezar a rodar el balón, se percatan de que les falta algo.

Es lo que, por ejemplo, le ocurrió al propio Sevilla el pasado año, y desde muy pronto. Concretamente, la noche del 30 de agosto, cuando el Atlético de Madrid pisó el Sánchez Pizjuán. Emery puso como titular a Fernando Llorente nada más aterrizar, pero el riojano acabó el partido casi sin tocar un balón. Simeone lo aisló con una defensa muy adelantada, al ver que los nervionenses no tenían extremos veloces que pudiesen amenazar su espalda a la carrera (Reyes, Vitolo y Konoplyanka pedían el balón al pie). Ahí el técnico vasco ya se lamentó de no tener a Aleix Vidal, vendido al Barça, ni a otro de su perfil.

Así, tras volver de vacaciones, Monchi se puso manos a la obra. Siguió las buenas evoluciones de Keko Gontán, por quien llegó a realizar una oferta que fue rechazada; negoció en vano con el Sporting de Portugal (aceptaba dinero y el pase de Diogo Figueiras, que regresaba del Genoa) por André Carrillo, quien dejó de coger el teléfono cuando, a mitad de enero, le dio su palabra al Benfica; y tuvo sobre la mesa otros nombres, como los de Mathieu Dossevi (Standard) o Andy Nájar (Anderlecht). No llegó nadie. Sin velocidad por fuera, Emery fue capaz de meter al equipo en la final de la Copa del Rey y de ganar su tercera Europa League, si bien no dejó de lamentarse.

Ahora, de cara al próximo mercado invernal, en Nervión no desean que ocurra lo mismo. Al equipo le está faltando continuidad en su juego y existe la posibilidad de que arribe otro mediocentro para que juegue por delante de la defensa, del tipo Roque Mesa o Dani Parejo, a los que el director deportivo nervionense trató de firmar en verano sin suerte, siendo más compleja la llegada de otro delantero.

Sampaoli quería contar con tres y la secretaría técnica preguntó por Mariano Díaz, del Real Madrid Castilla, con la idea de que alternase el segundo y el primer equipos, si bien Zinedine Zidane se negó a dejarle salir. Hasta ahora, sólo ha disputado 13 minutos con el conjunto blanco: en la jorna 2, ante el Celta de Vigo. Al final, ese papel lo está desempeñando Carlos Fernández, mientras el filial, eso sí, le echa de menos partido tras partido.

El Sevilla cuenta con dos fichas libres, teniendo aún que valorar si una de ellas será para Krohn-Dehli o si emplea ambas en fichajes. Y tampoco estaría todo dicho en ese último caso, pues ya se sabe: el mercado de enero es tremendamente complicado.