El Sevilla presiona con Kévin Gameiro

Imagen muy diferente la que se vivió en la tarde-noche de ayer en Alemania. A diferencia de días atrás, cuando Kévin Gameiro se cayó a última hora de la relación de titulares para enfrentarse al Sandhausen, ayer, frente al Mainz, el delantero francés fue titular en el once utilizado por Jorge Sampaoli, disputando los 90 minutos de partido durante un encuentro en el que el internacional francés, además, se mostró muy participativo.

Gozando de varias ocasiones durante el partido, el galo fue el de siempre, siendo el principal referente ofensivo de los sevillistas frente a un Mainz que le generó bastantes apuros. Un protagonismo de Kévin Gameiro con el que la entidad nervionense no hizo más que presionar ante el Atlético de Madrid, equipo que pretende al todavía delantero sevillista desde hace varias semanas y con el que los de Nervión no acabarían de cerrar un acuerdo pese a haber llegado ya a un pacto en lo que a cifras se refiere. Unos 35 millones de euros en los que existiría un fijo de 30 kilos, siendo los cinco restantes en base a variables. Unos bonus en los que, unido a las formas de pago, residiría el problema actual que tiene enquistada la operación, pretendiendo los de Eduardo Dato que sean aspectos asequibles que puedan permitir que el montante final se aproxime lo máximo posible, o incluso alcance, los 35 millones marcados. Todo lo contrario que los colchoneros, que supeditan dichas cantidades a un alto rendimiento tanto del jugador como del propio equipo. Cuestiones como ganar la Champions, un elevado número de partidos disputados por parte del futbolista o el hecho de que sea Pichichi, serían, por tanto, algunos de los condicionantes con los que el Atlético de Madrid lleva días intentando condicionar los cinco millones de la discordia.

Cabe recordar que el Sevilla, mientras tanto, sigue al ataque por su delantero, como demostrara ayer brindándole los 90 minutos de partido. De hecho, el propio presidente José Castro mantuvo una conversación con el futbolista nada más aterrizar a Alemania, donde volvió a tratar el asunto de su renovación ofreciéndole ser uno de los mejores pagados de la plantilla; un contrato similar al que hoy día disfruta Fernando Llorente: 3,5 millones de euros netos por temporada.