Solucionado el asunto del banquillo sevillista para la 16/17, con Unai Emery camino de París y con el argentino
Jorge Sampaoli en
Sevilla desde el pasado lunes, ahora llega el momento de retomar los fichajes en Nervión, habiendo oficializado ya la contratación de
Pablo Sarabia y del japonés
Hiroshi Kiyotake. Una planificación deportiva en la que tendría un apartado especial el refuerzo de la delantera, después de que el curso pasado se demostrara que estaba coja, siendo prácticamente un espectacular Kévin Gameiro el único referente ofensivo arriba y rindiendo Fernando Llorente muy por debajo de lo esperado. Una tarea en la que se habría colocado en una cómoda posición el franco-tunecino
Wissam Ben Yedder, quien con la marcha del técnico vasco habría ganado enteros en Nervión, donde semanas atrás estaban intentando satisfacer las exigencias de un Unai Emery que colocaba como prioridad a
Lucas Pérez. Una contratación, la del delantero del Toulouse, a la que le habría dado el visto bueno
Jorge Sampaoli durante las conversaciones llevadas a cabo con la dirección deportiva sevillista desde su llegada a la capital hispalense; una opinión que habría reforzado aún más la postura de
Monchi, quien ya intentó firmar al internacional francés (sub 21) el pasado verano, cuando sólo un desplante a última hora del presidente del Toulouse lo impidió.
Ahora, con sólo un año de contrato por delante y pudiendo negociar como agente libre el próximo mes de enero, todo es más fácil. De hecho, cómo ha podido conocer este diario, el director deportivo sevillista estaría en contacto con el entorno del jugador casi de forma diaria, estando cerrados todos los aspectos económicos con el futbolista desde hace varias semanas. Una comunicación que no se habría visto ininterrumpida por el frustrado adiós de
Monchi, ni por el cambio de entrenador, de ahí que exista una gran serenidad en las partes, conocedoras de que todo estaría a la espera de que el
Sevilla se decidiera a dar el último paso cuanto antes.
Un fichaje que podría convertirse en el siguiente en los próximos días, siempre y cuando los de Nervión se aproximen a los diez millones fijados por el
Toulouse en una cláusula de liberación del jugador. La intención del
Sevilla es no tener que llegar hasta dicha cifra, intentando abaratar la operación.