Es mucho lo que hay en juego en Europa. Otro
jueves de Feria aguarda a la vuelta de la esquina con todos los ingredientes para volver a ser mágico. Y es por ello que el sevillismo tiene enfocado su pensamiento en esa competición fetiche que tantas alegrías le ha dado. Su equipo fortaleció en la Catedral el sueño continental y ya hay quien recuerda que
la Champions, otra vez, vuelve a estar más cerca a través de la Europa League. Pero lo cierto es que aún queda mucha tela por cortar. Y los profesionales, como tal, deben aislarse del incipiente estado de euforia.
La realidad dicta que este Sevilla capaz de remontar en la guarida de un hipermotivado Athletic
aún no ha sido capaz de vencer lejos del Pizjuán en Liga. Y es por ello que la cuarta plaza se ve como una quimera, a nueve puntos de distancia. Quizás a muchos no les importe viendo a su equipo en una final de Copa y en las puertas de otra semifinal europea. Pero es Emery el encargado de recordar la importancia de asegurar, a través de la regularidad, el próximo billete continental, dando valor al objetivo de
amarrar esa reñida quinta plaza por la que también pelean con los ´leones´, así como con el Celta, después de dos derrotas seguidas en Liga.
Visita además el técnico vasco un escenario donde es ´persona non grata´ y que a su habitual animadversión hacia los blanquirrojos, con el inevitable recuerdo de aquel mazazo de M´Bia, suma una
necesidad acuciante que le convertirá en una auténtica caldera. Una nueva encerrona que debe estimular el paso al frente de un Sevilla que no sólo se llevaría tres puntos de vencer hoy a orillas del Turia, sino que recibiría una
incalculable inyección moral para lo que se avecina.
Para lograr que los ches ardan en su propia falla, sin embargo,
Emery está poco menos que obligado
a refrescar su once. Con la vuelta de Sergio Rico a la portería tras la confirmación de David Soria en Bilbao, las rotaciones pueden afectar a todas las líneas. En la zaga, la entrada de
Escudero es segura por la lesión de Trémoulinas, mientras que en el costado diestro debe repetir Coke por la sanción que pesa sobre Mariano, llamando también a las puertas del once un Fazio que bien podría conceder un respiro al
intocable Rami.
Recién salidos de lesiones, y tras la dura batalla del pasado jueves, todo apunta a que también
descansarán elementos fijos como N´Zonzi y Krohn-Dehli, partiendo como relevos Cristóforo y Konoplyanka, dado que Reyes tampoco estará por sanción. Idéntico motivo por el que Banega no jugará la vuelta europea, lo que le hará repetir hoy, si bien sus balones, en esta ocasión, bien podrían buscar
la corpulencia de Llorente y no la velocidad de Gameiro, otro de los insustituibles que bien merece ser reservado.
Con esos mimbres, el conjunto de Nervión tratará de pescar en
el río revuelto de un Valencia que llega tras cuatro derrotas seguidas y con el fantasma del descenso a sólo seis puntos, de ahí que
Ayestarán, tras su fallido estreno en Las Palmas, medite cambios que pasan por la entrada de André Gomes en el centro, en busca de más fútbol, o de Feghouli en banda, para ganar profundidad. Con todo, su principal duda radica en la punta de lanza, entre la velocidad de
Alcácer o un Negredo lejos de su mejor forma, pero con un indudable olfato de gol.
Será la afición, no obstante, la que intente marcar el primer tanto en lo que consideran
toda una ´final´, colgando en las taquillas el cartel de ´no hay billetes´ para encender otra caldera que lejos de intimidar, como se demostró en tierras vascas, motiva a los guerreros sevillistas. La batalla no es tan atractiva, pero
toca reafirmarse también en la Liga.