Disfruten de Éver Banega... Al menos mientras puedan. Esa es la única conclusión clara que a día de hoy puede sacarse sobre el futuro del mediocentro argentino, que acaba contrato con el Sevilla el próximo mes de junio y que está en negociaciones con el
Inter de Milán, equipo con el que, como ha podido confirmar este diario,
ya ha llegado a un acuerdo su representante, Marcelo Simonian, para el próximo verano. Un trato muy suculento para el futbolista, pues le reportaría
tres millones de euros netos por temporada más una prima de fichaje de 2,6-2,7 millones de euros por llegar libre; es decir, bastante más de lo que percibe en Nervión, a tenor de 2,2 por curso. Un pacto entre las partes que le serviría al argentino como apetecible válvula de escape si no llega al entendimiento con
el Sevilla, club con el que aún negocia y que
no percibiría ni un sólo euro si éste acaba recalando el próximo verano en Milán.
Como ha podido conocer de primera mano
ESTADIO Deportivo, ni cláusula en el contrato ni renovación automática por una temporada más si alcanza la cifra de 30 partidos. De ahí el recato y la sutileza con la que la dirección deportiva sevillista está llevando a cabo el caso. Que la cláusula en el contrato existe, sí, y que los 30 partidos disputados -Banega lleva ya 23- son la condición que refleja la misma, también... Pero hay un pequeño matiz en la misma que puntualiza el devenir del futbolista, y es que ésta refleja que es Éver
Banega, y no el Sevilla, el único y exclusivo beneficiario de dicha condición. O lo que es lo mismo, que es el argentino quien tiene la opción de alargar su contrato si alcanza el citado número de partidos y que el club, por tanto, no puede renovarle automáticamente si se da el caso. Es decir, que el internacional argentino tiene la sartén por el mango y que a todos los efectos
queda libre a final de temporada, estando ya en disposición de negociar con cualquier equipo como agente libre, algo que ha venido haciendo con el Inter, club que, incluso, estaba dispuesto a firmarlo el presente mes de enero, topándose con los cinco millones de euros que le ha exigido el Sevilla, que aboga por hacer el menos ruido posible y no levantar la liebre de cara a otros posibles interesados.
Éver, feliz en SevillaAunque es el argentino quien tiene la sartén por el mango, también es cierto que Monchi tiene un as en la manga, pues Banega, que pronto será padre de otra niña, está muy feliz en Sevilla junto a su pareja. Un valor que, junto a un mayor esfuerzo económico, ayudaría al Sevilla a plantarle cara al Inter. Igualarle la ficha que le ofrecen los italianos se antoja la solución de una negociación muy difícil.