Había muchas esperanzas puestas en reafirmar tras el parón la reacción iniciada ante el Rayo y prolongada frente al Barça con uno de esos triunfos que llenan el depósito de moral. El calendario invitaba al optimismo, con dos choques ligueros ante rivales sobre el papel asequibles: Eibar y Getafe. Pero en el primer intento, los de Emery volvieron a evidenciar este pasado sábado en Ipurua, en una pésima primera mitad, que aún distan mucho de ser ese equipo llamado a pelear por la cuarta plaza.
El conjunto de Nervión sigue sin arrancar y ahora, además, lo que parecía un llano en el camino vuelve a empinarse en lo que resta de este mes y el próximo, siendo el compromiso como local ante el Getafe el más factible, ya que tras los azulones llegarán al Sánchez-Pizjuán de forma consecutiva Real Madrid y Valencia.
Fuera, por su parte, habrá que visitar complicados feudos como Anoeta y El Madrigal, mientras que en la Champions todo quedará prácticamente resuelto antes de que acabe noviembre, con dos choques ante el Manchester City y la salida a Mönchengladbach.