El artista andaluz
Santiago del Campo falleció el pasado día 7, pero su nombre tendrá para siempre un sitio en el corazón y la memoria del sevillismo por el legado que dejó en forma de un mosaico que, desde el 23 de abril de 1982, luce en la fachada principal de la grada de Preferencia del
Ramón Sánchez Pizjuán; una obra que podría convertirse en eterna, si prospera la lucha abierta por
Francisco José Coronado.
Este licenciado en Historia del Arte, que tiene un máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico, registró el pasado jueves en la sede de la
Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía una una petición para que se incoe un expediente por el cual este mosaico sea declarado
Bien de Interés Cultural (BIC).
“Este colosal mosaico de 480 metros cuadrados presume de ser el único en el fútbol mundial y, seguramente, también una de las pocas obras de estas características, calidad y tamaño en ámbitos ajenos al deportivo”, indicó el historiador en un comunicado remitido a
ESTADIO, en el que agregó que entiende “sobrados los méritos artísticos, de tamaño, de sentimiento y de reconocimiento a la obra de Del Campo” para ser declarado como BIC.
No obstante, Francisco José Coronado asegura que su petición la avalan el artículo 334 del
Código Civil, en su apartado 4, y también el 14.1 de la Ley de Patrimonio Histórico Español, que dice: “Tienen la consideración de bienes inmuebles, además de los enumerados en el artículo 334 del Código Civil, cuantos elementos puedan considerarse consustanciales con los edificios y formen parte de los mismos o de su entorno, aunque en el caso de poder ser separados constituyan un todo perfecto de fácil aplicación a otras construcciones o usos distintos del suyo original, cualquiera que sea la materia de que estén formados y aunque su separación no perjudique visiblemente al mérito histórico o artístico del inmueble al que están adheridos”.