Donde el
Valencia ve un problema, el
Sevilla localiza una solución, pero un acuerdo entre ambas entidades se antoja complicado. Se trata de
Álvaro Negredo. El conjunto che acaba de pagar
30 millones de euros por su traspaso, pero no es la primera opción de
Nuno para la delantera. Es más, desde Mestalla se le ha llegado a poner el cartel de transferible, aunque en las últimas fechas han reculado porque es muy probable que acabe quedándose en la ciudad del Turia.
Hace unas semanas que fue ofrecido en
Nervión, donde recibieron la posibilidad con escepticismo. No por sus cualidades, que son las que busca el
Sevilla en el delantero que pretende fichar, o por su rendimiento, ya que en la planta noble del Sánchez Pizjuán no tienen dudas de que el vallecano funcionaría con
Unai Emery. El problema es el club en el que está ahora mismo y que es, probablemente, el rival más directo en la lucha por la
Champions.
El
Sevilla no se plantearía un
traspaso por unas cifras cercanas a esos 30 kilos -no hay que olvidar que ofrece siete por
Llorente- y la opción más factible sería una
cesión, lo que ya implicaría hacerse cargo de la importante ficha del delantero, de tres millones netos, pero eso significaría que el
Valencia ayudaría al
Sevilla a terminar de configurar su plantilla, algo que no haría mucha gracia en tierras levantinas, sobre todo entre los aficionados, tras lo ocurrido con
Banega.
El jugadorNegredo quiere seguir jugando en la
Liga y tiene contrato en vigor con el cuadro che, por lo que si no aparece otra opción luchará por ser importante en
Valencia y justificar esos 30 millones. Si la opción del
Sevilla surge, para él también será una buena posibilidad porque ya conoce cómo funciona el club y la ciudad y que aquí puede reencontrarse con su mejor versión.
A día de hoy, esta segunda hipótesis tiene pocos visos de llegar a buen puerto, por más que en el fútbol, mientras las puertas estén abiertas, cualquier opción es posible.