Cuando el
Sevilla jugó en
Varsovia, ya sabía que jugaría en Nervión, de ahí que viviera la final sintiendo en blanquirrojo. Quizás porque llegó libre y no hubo una negociación tortuosa, el fichaje de Michael
Krohn-Dehli (Copenhague, 6 de junio de 1983) genera menos expectación que otros, pero en el club tienen pocas dudas de lo acertado de una incorporación que dota con una variante más a la rotación en el
mediocentro. El discurso del danés es sencillo y coincide con el del
Sevilla: trabajo y ganas de aportar al grupo. Lo demás es accesorio.
- La pretemporada empieza fuerte. Hay que cargar las pilas.- Estos primeros días siempre son duros. Lo principal es conocer al equipo, a mis compañeros. También la forma de entrenar aquí porque siempre va a ser diferente a la de los otros equipos en los que he estado.
- ¿Qué tal el primer contacto con Unai Emery?- Es muy intenso. Pero eso es bueno. Tiene mucho contacto con los jugadores, pero eso ya lo viví en el Celta. Es bueno para un jugador cuando es nuevo porque ayuda a la adaptación.
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