La cascada de incorporaciones en los primeros días de julio, con los fichajes de
Rami y
Escudero, y el acuerdo cerrado con
Konoplyanka, que ya ha superado el reconocimiento médico, ha disparado la ilusión de un sevillismo entusiasmado con el
proyecto de Champions.
No obstante, todavía resta una de las adquisiciones más esperadas por la afición, la del delantero que ocupe la vacante dejada por
Carlos Bacca, reclutado por el Milan, y la dirección deportiva trabaja a destajo en esta tarea, quizás la más delicada de este mercado estival, pues el gol vale caro y la exigencia es máxima.
Entre los diversos nombres manejados y tanteados por Monchi destaca el de
Ciro Immobile, ariete italiano que cumple a la perfección el perfil deseado y por el que ya se han producido movimientos. En este sentido, el
Sevilla tentó en primera instancia a los germanos con una propuesta de diez millones, rechazada por el
Borussia, que pide quince por el transalpino.
Y es que pagó 19 por él el verano pasado y aspira a recuperar lo máximo de lo invertido a pesar de su discreto rendimiento. Así, desde
Alemania presionan con el interés del nuevo técnico de brindarle una oportunidad y asegurando, en boca del director deportivo,
Michael Zorc, que no tienen ninguna oferta por
Immobile y que realizará la gira por Asia con el resto del plantel.
Pero el
Sevilla, consciente de la complejidad de atar al italiano, no ha arrojado la toalla y está abierto a
subir la apuesta por el delantero de 25 años hasta los
doce millones de euros, lo que significa superar el límite autoimpuesto de diez kilos. Un esfuerzo económico que difícilmente irá más allá si el
Borussia Dortmund no cede en sus exigencias. Lógicamente, no es la única opción.