El Sevilla tiene derecho a presumir de plantilla. A sacar pecho por un banquillo en el que no es raro ver a jugadores que serían titulares en la mayoría de equipos de Primera división. Futbolistas de talla internacional que no acceden al once inicial por la feroz competencia que existe desde hace dos campañas en el plantel
blanquirrojo.
Dentro de ese fondo de armario que
Unai Emery gestiona con mano izquierda destaca un tridente que presume de tener los mejores números del plantel en el apartado ofensivo.
Kévin Gameiro,
Iago Aspas y
Gerard Deulofeu demostraron en el duelo de
Copa ante el
Granada que no van a cejar en su empeño por ser importantes esta temporada.
Habituales inquilinos del banquillo en la Liga, el gallego aún no ha sido titular en ningún encuentro del campeonato de la regularidad, aprovechan sus minutos en la
Copa y en la Europa League para reivindicar su calidad, su puntería y para sumar méritos que ayuden a convencer a Unai Emery de que merecen más oportunidades.
"Yo no he venido al Sevilla para estar en el banquillo", señalaba Aspas tras un partido en el que anotó su séptimo gol en la Copa, de la que es ´pichichi´, y el octavo de la temporada, ya que también marcó ante el Rijeka en la Europa League. Además, ha firmado varios de los mejores goles del Sevilla esta campaña y posee el mejor promedio goleador de todo el plantel. Celebra una diana cada 71 minutos y participa en un gol -marcando o asistiendo- cada 57.
A Deulofeu se le da mejor asistir que marcar. Ante el
Granada completó la que probablemente sea su mejor actuación con el Sevilla. Se fue de su par casi siempre que lo intentó y, aunque no anotó, enseñó que tiene un buen disparo y en una acción de estrategia sirvió el tanto de
Aspas. Antes le dio otro pase de gol a
Denis, pero su amigo y compañero no pudo precisar el remate. En total, son ya ocho las asistencias de
Deulofeu, el que más del equipo. Una cada 112 minutos. Sumadas a sus tres dianas, el catalán marca o asiste cada 82 minutos.
Desde su reaparición,
Gameiro ha jugado algún minuto en todos los partidos del Sevilla. Y es de los que no desperdicia ninguno. Para muestra, el duelo liguero ante el Granada, su rival fetiche. En los cuatro minutos que jugó aprovechó para marcar un gol. En la Copa le hizo tres en el global de la eliminatoria para un total de ocho, uno cada 107 minutos de juego. Marca o asiste cada 86 minutos que pasa sobre el césped. Con estos números, Emery tiene un bendito problema cada semana.
Enrique García3 min lectura