Carlos Bacca es, a día de hoy, uno de los delanteros mejor cotizados del panorama europeo. Durante el verano fueron muchos los equipos que se interesaron por las condiciones contractuales del colombiano, si bien no se materializó ninguna propuesta
ante la negativa del Sevilla a sentarse a negociar. Monchi fue tajante entonces y lo sigue siendo: o cláusula o nada. Es decir, todo club interesado en contratar a Bacca tendrá que abonar
30 millones de euros, una cifra que se antoja desproporcionada para las posibilidades económicas actuales del único club que sigue suspirando por el ariete cafetero: el Inter de Milán.
Desde Italia se vienen haciendo eco de las
últimas declaraciones de Monchi en las que afirma no tener el mínimo interés por vender al futbolista, unas palabras que frustran cualquier intento de fichaje por parte del club ‘nerazzurri’, que sigue planeando una ofensiva por el jugador en el mercado invernal.
Su presidente,
Erick Thohir, está empeñado en encontrar un ‘9’ puro antes del mes de enero y Carlos Bacca se ajusta a la perfección a los parámetros que pretende. Son ya varias las temporadas en las que buscan un atacante nato que acompañe al argentino
Mauro Icardi ya que no han logrado encontrarlo desde que
Samuel Eto’o abandonó el Giuseppe Meazza en 2011.
El club italiano ha recibido ya varias negativas en otras operaciones similares que ha intentado realizar y es por ello que ha vuelto a resurgir este interés en Carlos Bacca. No obstante, en el país transalpino también son conscientes de las dificultades que entraña acometer esta incorporación, sobre todo por
la indisposición del Sevilla a escuchar oferta alguna por el jugador. Además,
Unai Emery le tiene como uno de sus fijos y lo seguirá haciendo mientras el colombiano rinda al nivel que dio la pasada temporada, unos condicionantes que dificultan sobremanera cualquier operación externa salvo su renovación por el Sevilla, la cual no se antoja muy lejana pese a que se intuye que aún existen diferencias de criterios entre jugador y club.