Carlos Bacca está feliz en Sevilla, algo que comenta públicamente y que, como ha podido saber ESTADIO, también hace en privado, cuando recibe ofertas directamente, al carecer de agente. El ´cafetero´
no tiene intención ninguna de abandonar Nervión, a no ser que llegue un equipo con una suculenta oferta económica, que, como ya adelantó este diario, bien podría ser el
Zenit, interesado y en busca de un delantero.
Los petrodólares del actual subcampeón de la
Premier Liga rusa es lo único que podría
seducir al delantero sevillista, quien ya ha dado su visto bueno, siempre y cuando se alcancen unas cifras:
cuatro millones de euros netos por temporada y un contrato por tres años.Una operación que, además, debería contar con el
visto bueno del Sevilla, como el propio
Bacca ha referido al agente en cuestión, que, en colaboración con el cuñado del futbolista, quien ha hecho las veces de intermediario, le ha llevado la oferta rusa. Es decir: que el ariete no está dispuesto a forzar su adiós con destino a
Rusia y que los de
San Petersburgo, por tanto, tendrían que abonar su cláusula de rescisión (30 millones de euros), como el propio
Bacca ha avisado.
A pesar de que el dinero no sería un problema para el conjunto ruso, el
Zenit, tras conocer las exigencias de
Bacca, sigue sondeando el mercado con la idea de reforzar su punta de lanza. A priori, todo hace indicar que la opción rusa pierde fuerza, ya que, a día de hoy, no se puede hablar de que
Bacca sea un ´capricho´ del
Zenit. Eso sí, mejor no perderlos de vista.
El Zenit también cuenta con Teo GutiérrezTeo Gutiérrez, delantero que hace una semana fuera vinculado con los de
Nervión como recambio de
Bacca de cara a una hipotética salida, ha sido también ofrecido a los de
San Petersburgo, que ya conocen cuáles son las exigencias del también colombiano para acabar emigrando a
Rusia desde
Argentina. Mucho más predispuesto a ello que su compatriota y amigo Bacca, Teo solicita tres kilos netos, siendo ocho los millones de euros que costaría su traspaso: la mitad para
River Plate y el resto para un grupo inversor que dispone del 50% de sus derechos.