Sin prisas, para no caer en la precipitación,
Monchi trabaja a varias bandas para ofrecerle a
Emery el deseado
"mediocentro de creación" al que él mismo se ha referido. Un centrocampista de calidad que tenga como cualidad ese último pase tan cotizado en el fútbol. Un perfil en el que cuadra a la perfección el nombre de
Charles Aránguiz, internacional chileno de 25 años que, según ha podido saber esta redacción, es muy del gusto de la secretaría técnica.
Ahora bien, aunque
'El Príncipe', como se le conoce, ocupa un lugar destacado en la agenda del ex cancerbero, no es menos cierto que su llegada a
Nervión se antoja bastante
complicada por varios motivos.
Por un lado, su
situación contractual y su valor de mercado se antojan dos trabas difíciles de salvar, ya que poco antes del Mundial firmó un nuevo contrato con el
Internacional de Porto Alegre, donde desembarcó en enero cedido, hasta junio de 2019. Un desenlace con una rocambolesca situación detrás, ya que fue el
grupo inversor DIS, del empresario
Delcir Sonda, quien abonó la mayor parte de los 7 millones de dólares (aproximadamente 5,2 de euros) en los que se tasó su traspaso, reservándose así el
70% de su pase. Con anterioridad, éste pertenecía al magnate italiano
Gino Pozzo, dueño del
Udinese y del
Granada, al que supuestamente pertenecía el jugador, aunque nunca pisó la capital nazarí.
Pero relaciones contractuales al margen, se da la circunstancia de que el chileno, fijo en su selección, se ha convertido en unos meses en un ídolo para los aficionados del
Internacional, llegando a reconocer su entrenador,
Abel Braga, que tienen "Aránguiz-dependencia", después de que sufriera una lesión ante el
Flamengo, en su primer encuentro tras el
Mundial, de la que se espera que esté restablecido a principios de agosto. No sería nada fácil, por tanto, convencer a su club para dejarlo marchar.
Dzemaili, muy cerca de firmar por el MilanRelegado por
Monchi a una posición secundaria dentro de su lista de mediocentros creativos, Blerim
Dzemaili podría firmar en breve por el
Milan, según apuntan desde Italia. Finalmente, la operación podría cerrarse en
seis millones más objetivos, muy cerca por tanto de los siete que en principio pedía el
Nápoles. El dinero, sin embargo, no ha sido el problema que le ha impedido recalar en
Nervión, como reconoció a ED su agente,
Branchini.