Su cláusula de rescisión ha ascendido de ocho a diez millones

Emery pidió a Rabello que rechazara cualquier oferta

El técnico vasco impidió que se marchara del Sevilla en el mercado veraniego, aunque fuera en calidad de cedido.

Emery pidió a Rabello que rechazara cualquier oferta
Bryan Rabello es uno de los candidatos a salir en el mes de enero. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez3 min lectura
Bryan Rabello no está atravesando por una situación deportiva agradable en el Sevilla. Realmente, los momentos de felicidad del chileno en Nervión han sido fugaces. Arribó en julio de 2012, en calidad de libre desde el Colo Colo, para jugar en el filial, con la intención de dar pronto el salto al primer equipo.


Su fútbol pidió rápidamente a gritos un hueco en una plantilla, la de Míchel, que no estaba precisamente sobrada de efectivos, menos aún talentosos. El mercado invernal parecía el momento ideal, si bien a comienzos de mes surgió un fichaje inesperado, el de Stevanovic, que le cerró la puerta, por su condición de extracomunitario.


Fue algo que Rabello aceptó de buen grado, pese a sentirse, lógicamente, decepcionado. Mientras el mediapunta esperaba a que el bosnio fuese ´Comunitario B´, algo que aún no ha sucedido, llegó el verano, ya con la promesa de que sería, a todas luces, jugador del primer equipo, pues Cicinho no iba a ser inscrito y Medel fue vendido.


Tras brillar en el Mundial sub 20, el mediapunta decidió acortar sus vacaciones de verano a una sola semana para no empezar en desventaja respecto al resto de sus compañeros. Emery, quien ya le había llevado a los entrenamientos con anterioridad pese a no poder jugar, le dio minutos durante la pretemporada, al considerar que se trataría de un jugador importante para el Sevilla 13/14. Pero, de súbito, mientras aterrizaban varios futbolistas para la zona de tres cuartos con los que tendría que competir (Vitolo, Marko Marin, Jairo, Denis Cheryshev...), surgió una propuesta oficial por sus servicios del Schalke 04 que ascendía a seis millones de euros más bonus por objetivos.


La cláusula
El técnico vasco, pese a ello, instó a la empresa de representación de Rabello (AIM Fútbol) y al propio jugador a que la rechazaran, mientras desde la entidad se remitía al club alemán a la cláusula de rescisión, que era de ocho millones de euros, en esos momentos. Ahora, según ha podido saber este diario, es de diez, tras cumplirse un punto de su contrato por el que subiría dos kilos en el caso de participar en cinco encuentros de Primera división (lleva ya seis). Rabello siguió encantado, pero ahora no está brillando todo lo que desearía, y enero ya está aquí de nuevo. Posible salida.