A sus 27 años,
Tom de Mul es, seguramente, la persona más joven que ha pasado por esta sección. Un año después de haber acabado su contrato con los de Nervión,
el belga sigue en Sevilla intentando volver a sentirse futbolista, algo que, en su propias palabras, es "difícil", pero no "imposible".
Mientras tanto,
el exsevillista no pierde el tiempo e intenta recuperarse de sus dolencias poco a poco, a la vez que estudia para forjarse un futuro paralelo a los terrenos de juego, por si acaso su principal objetivo resulta excesivamente complicado. Jesús Navas, las lesiones y la mala suerte, acabaron por minar una carrera, la del internacional sub 21 belga, que en su día llegó a ser prometedora.
- ¿Qué pasó con Tom de Mul?- Todavía sigo mal con la lesión. Lo primero es recuperarme y poder estar al cien por cien; luego, encontrar un equipo.
- ¿Está lesionado aún?- Sí, tengo una flexión de la cadera, el pubis. Todo.
- ¿Sigue jugando al fútbol?- Muy poco; hago algo de deporte, pero poco.
- Hace un año que acabó su vinculación con el Sevilla. ¿Qué ha hecho durante todo ese tiempo?- Ha sido un año difícil, más que nada por la lesión. He tenido muy mala suerte y ahora estoy buscando cosas para hacer; para poder tener algo cuando acabe mi carrera.
- ¿En qué ha pensado?- Estoy meditando algunas inversiones para el futuro, aunque ahora mismo son sólo ideas. Quiero montar un polideportivo de Pádel en Montequinto, pero no ha podido ser todavía; hemos tenido ciertos problemas con la licencia. Ahora, con la crisis, es más difícil todos estos trámites.
- ¿Pretende alejarse del fútbol?- No del todo. También estoy estudiando un curso de entrenador personal y me gustaría estudiar más cosas; tuve que dejar los estudios muy joven por el fútbol y ahora es el momento de emprenderlos de nuevo. La idea de ser entrenador o representante de jugadores es algo que también me motiva mucho.
- Es muy joven.- Sí, he tenido muy mala suerte; he sufrido cosas que no he podido controlar en la vida.
- Pero el último año, con Míchel como entrenador, se le pudo ver en el banquillo sevillista e, incluso, llegó a disputar algún partido amistoso. ¿Ha vuelto a recaer de su lesión después?- No. Nunca me sentí bien del todo; entrenaba con el equipo, pero siempre sentí dolor.
- ¿Da por concluida su carrera o sigue considerándose futbolista en activo?- Ha habido algún equipo interesado, pero yo quiero estar al cien por cien antes de volver. Por eso lo he rechazado. Yo sigo entrenándome; sigo intentándolo. El fútbol es mi vida y quiero intentarlo.
- Imagino que vivirá cómodamente, que no tendrá muchos problemas económicos.- No puedo quejarme. Económicamente estoy bien. Por suerte, no tengo problemas de ese tipo. Veo cómo está la gente y doy gracias por no estar así.
- Analizando un poco su paso por el Sevilla, ¿considera que se equivocó al fichar por los nervionenses?- Creo que no me equivoqué, pero he sufrido varias cosas que no he podido controlar. Por un lado, la mala suerte de las lesiones; por otro, el hecho de que no me hayan dado oportunidades cuando lo merecía. Empecé a lesionarme y no conté con minutos para demostrar que era un buen jugador.
- También se topó con Navas, de los mejores de la historia...- Sí, Jesús es un grandísimo jugador; un futbolista muy importante para la afición, pero también tuvo algunos momentos menos buenos y siguió jugando, no confiaron en mí. A veces pensaba que debería jugar menos, porque no estaba bien, y así tener yo la oportunidad de poder demostrar mi juego. Pero no me dieron la confianza que necesitaba€ También es lógico, Jesús es un ´crack´ y, cuando no ha estado bien, se le ha dado la confianza que merecía.
- Vive en Sevilla, ¿mantiene el contacto con alguno de sus excompañeros?- Sí, vivo en Bormujos y soy un sevillano más. Quizá algún día me vuelva a mi país (Bélgica) por trabajo, pero, de momento, no he pensado en ello. Hablo con algún compañero, pero la verdad es que muy poco; no mucho.
- ¿No guarda buenos recuerdos de su etapa en Nervión?- Sí, el Sevilla, como club, me ha tratado bien; me gusta mucho, es un club muy bonito. Pero no he dado el rendimiento que esperaban de mí; ha sido una relación poco exitosa para ambas partes.
- Por último, ¿espera volver a los terrenos de juego?- No lo veo imposible, aunque sí muy difícil. A ver cómo me va en el futuro. Espero que haya suerte.