José María del Nido anunció el miércoles que el club se verá
obligado a reducir en 20 millones de euros el presupuesto para las próximas temporadas y todo apunta a que
alguna de las estrellas del equipo será traspasada este verano. A pesar de ello, el técnico nervionense,
Unai Emery, está convencido de que,
pase lo que pase, “el Sevilla tendrá un equipo lo suficientemente competitivo como para poder luchar por meterse en Europa y por pelear por algún título”.
Sin dinero para lograr refuerzos de relumbrón, esta tarea no se antoja nada sencilla; motivo por el que ESTADIO cuestionó al técnico por su opinión sobre cuál debe ser la política de fichajes de la entidad. En este sentido, su primer consejo es tratar de
aprovechar a los jugadores que están cedidos y que podrían formar media alineación.“Lo primero a tener en cuenta en ese sentido es pensar en que tenemos seis cedidos. He ido a ver en directo a
Javi Varas (Celta), a
Alexis (Getafe) y al Mallorca de
Luna. He visto muchos vídeos de
Bernardo (Sporting), de
Luis Alberto (Barcelona B), de
Guarente (Bolonia) y de
Acosta (Boca Juniors). Estoy preguntando mucho por todos ellos porque ahí tenemos casi de todo: un portero, dos centrales, un mediocentro, hombres de arriba...
Hay que plantearse contar con ellos”, manifestó, al tiempo que dijo confiar en el trabajo de la dirección deportiva. “Además de los cedidos, el club tiene un gran conocimiento, captación y seguimiento del mercado. Y yo lo veo. El problema es que aquí no sobra el dinero”, recordó.
En este sentido,
dio a entender que los que más posibilidades tienen de hacerse con un sitio son los dos zagueros: “Si le pido al club un central y me dicen que no porque vale 10 millones, preguntaré qué me pueden traer. ¿Uno que cuesta dos? Pues igual a ese jugador lo tengo yo aquí en la plantilla. Traer por traer no.
Si necesito un central y no puede venir uno que sea mejor, para eso tengo a Bernardo y a Alexis”.Y es que, tras pasar por una crisis económica similar en el Valencia, Emery sabe que sus principales retos serán los de “hacer mejor el equipo que hay y sacarle el mejor partido posible”.
“No puedo decirle al club que se endeude hasta las cejas; pero no me considero un entrenador cómodo, soy muy exigente e inconformista y busco siempre el perfeccionismo”, agregó.
El de Hondarribia se apresuró a especificar las diferencias entre lo que él considera ser realista y entre un técnico cómodo: “He escuchado alguna vez que soy un entrenador cómodo, que no le discuto nada al presidente. Vamos a ver: ¿Qué le voy pedir al ‘presi’, que me fiche a Messi? Y si me dice que no puede, qué hago. ¿Insisto? ¿Le obligo? No creo en los egoísmos y en enfrentamientos baldíos.
No veo eso de engatusar a un presidente para que gaste lo que no tiene y se endeude sólo porque le prometo que así va a ganar la Liga. ¿Y si no la gano?
Yo hablo con todos para tener claro lo que se puede y lo que no se puede hacer”.
“¿Eso es ser cómodo? Yo lo veo más bien inteligente, si acaso, corporativo. A partir de ahí, exigencia máxima”, espetó.