No jugaba desde el partido contra el Getafe (el 19 de enero), donde falló en el gol en el debut de Emery en Liga. El fichaje de Beto y una (otra) lesión, le relegaron a un segundo plano, pero ayer volvió a escena por la baja del luso por un proceso gripal. Palop dejó su portería a cero, algo que valora más en lo colectivo que en lo individual. “La línea en casa es muy positiva. Era un partido trampa porque el Zaragoza se jugaba mucho. A raíz del 1-0 y la expulsión lo vimos más fácil. Hay que coger confianza y tirar para adelante”.
El valenciano, que negó tras el partido que el de ayer pudiese ser su último partido con la camiseta del Sevilla, advirtió de que “hay que sumar fuera de casa para dar ese saltito”. “En casa del Levante iremos a hacer daño”, terminó.